Cartel del Iryda en Bembézar del Caudillo
Cartel del Iryda en Bembézar del Caudillo - ABC
Polémica

«Del Caudillo» por razones prácticas

La pedanía de Hornachuelos dejó a Franco en el nombre porque no llegaban las cartas

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La cuestión es que Bembézar iba a dejar de ser del Caudillo hace años o, al menos, eso es lo que cuentan sus vecinos. La anécdota sale ahora a colación por la presentación de una denuncia contra los alcaldes que han mantenido nombres a sus municipios con homenajes a jerifaltes del régimen franquista.

La pedanía de Hornachuelos ya ha aclarado, por medio del Ayuntamiento matriz, que ha iniciado los trámites administrativos para que el núcleo se llame Bembézar a secas. No se trata de una cuestión de delitos y faltas sino de usos y costumbres. La apelación a Franco no se encuentra ya en los hábitos de estas personas por lo que al dictador no lo van a echar de menos.

Aquí tampoco.

El asunto tiene su parte divertida y es la razón por la cual Bembézar se sigue llamando del caudillo. Y no es que sus vecinos sean todos admiradores de ese agujero en el tiempo que es Casa Pepe, el restaurante de carretera que no pasa la prueba de la memoria histórica. Las razones eran mucho más prácticas.

Según se contaba en este reportaje de ABC, hubo municipios que votaron y otros que se encontraron con problemas de índole diarios. Los residentes decidieron, sin más presión que la buena voluntad, quitarle los apellidos a la pedanía. La cuestión es que en Córdoba hay un pantano que se llamaba Bembézar y en Hornachuelos hay una calle que se denomina de igual manera. Y el correo, pues que no llegaban. «Fue un follón con las cartas», decía la delegada de Alcaldía en ese momento.

La cuestión fue dejar las señales como estaban y, de hecho, en algunas se recuerda a Franco y en otras, pues que no. En esta ocasión, se ha optado por retirarlo con la esperanza de que esta vez los códigos postales cumplan la misión encomendada.

Ver los comentarios