Carmen Calvo estrecha la mano del entonces obispo de Córdoba, en 2006
Carmen Calvo estrecha la mano del entonces obispo de Córdoba, en 2006 - VALERIO MERINO
PATRIMONIO

Carmen Calvo, una Mezquita-Catedral y dos criterios sobre su propiedad

Su ministerio sufragó reformas en el templo, que consideraba «propiedad de la Iglesia», el mismo año de la inmatriculación

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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Si la recién creada comisión por la titularidad pública de la Mezquita-Catedral de Córdoba tiene dos patas, la histórica y la jurídica, Carmen Calvo representa la segunda. La exministra de Cultura es doctora en Derecho Constitucional y la única componente con acreditada formación y experiencia como jurista en el«dream team» llamado a conseguir la titularidad del monumento. Le corresponderá, por lo tanto, buscar la fórmula que permita sortear los obstáculos manifestados por la asesoría municipal y tumbar la inmatriculación del monumento que hizo la Iglesia en 2006.

Precisamente en 2006 Calvo ocupaba la cartera de Cultura en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, y en calidad de ministra acudió a Córdoba para anunciar la rehabilitación del crucero y el coro de la Catedral, en el marco de un convenio rubricado con la Conferencia Episcopal por el que el Gobierno invirtió unos 10 millones en mejoras del patrimonio eclesiástico de todo el país.

A la Mezquita-Catedral le correspondieron 3,3 millones. Nada hacía sospechar que la persona que estrechaba la mano del entonces obispo de Córdoba, Juan José Ajenjo, sería la misma que once años después encabezaría el aparato jurídico para reclamar la titularidad del templo.

Para Calvo, la Iglesia era entonces la interlocutora natural cuando se trataba de abordar asuntos de la Mezquita-Catedral y no ponía en duda, al menos de cara al público, que la propiedad del inmueble fuera del Cabildo. De hecho, también en 2006, su Ministerio rehusó comprar las cinco vigas de la Mezquita-Catedral que Christie’s pretendía subastar, con el argumento de que eran «patrimonio histórico de los españoles, pero una propiedad privada, que sale de un monumento que es propiedad privada de la Iglesia Católica».

Las negociaciones de las autoridades españolas con la casa de subastas permitieron frenar temporalmente la operación, pero el Gobierno se negó a contribuir en su recuperación. «Lo suyo es que las recupere su propietario», dijo entonces. Finalmente las vigas se adjudicaron a un particular por 1,5 millones de euros.

Con el tiempo, ya alejada del primer plano político al que ahora la ha devuelto su «fichaje» por el equipo de Pedro Sánchez, su postura cambió. Y en 2014, Calvo participó en unas jornadas organizadas por la Plataforma Mezquita-Catedral, que defiende la titularidad pública del templo. Allí criticó que la Iglesia se hubiera «apropiado» de la Mezquita-Catedral a través de una norma que calificó de «inconstitucional». Apropiación que se produjo cuando ella ostentaba la máxima responsabilidad a nivel nacional en materia de Patrimonio.

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