Comensales degustando caracoles en la plaza de la Magdalena
Comensales degustando caracoles en la plaza de la Magdalena - Valerio Merino
GASTRONOMÍA TÍPICA

Los caracoles no son reclamo turístico

Solo los visitantes que les gusta mezclarse con los nativos optan a probarlos

Córdoba Actualizado: Guardar
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Los caracoles son uno de los platos estacionales más populares de la gastronomía cordobesa y su consumo empieza antes de la primavera, época turística por excelencia, pero no por ello son un reclamo para todos los turistas foráneos, algunos de los cuales rechazan la idea de comer este molusco.

Pepi Rojano, la cocinera del puesto de «La Magdalena», uno de los más conocidos de la ciudad, tras más de medio siglo de actividad, reconoce con orgullo que sus caracoles han viajado hasta China, pero no puede decir lo mismo del otro gran mercado asiático, Japón.

«Tras la Segunda Guerra Mundial renunciaron a comer bichos. Entraron en esta dinámica capitalista, y sacaron de su comida tradicional ciertos platos por diferenciarse principalmente de China, que sigue comiendo bichos», explica a EFE Isabel Calvache, gerente de la empresa de turismo lento «Caracol Tours», nacida precisamente para atender al mercado japonés.

Ni británicos ni japoneses

Pero para un turista japonés, que ha renunciado a comer caracoles o saltamontes, por muy tradicional que sea en Córdoba, no lo puedes sentar en uno de los casi 50 puestos de caracoles que hay en Córdoba.

A los británicos tampoco les entusiasman, o al menos son, de todo el continente europeo, el país que menos los consume, lejos de los franceses, los italianos y los españoles. Y claro, el gigante asiático también tiene a China como el principal consumidor de estos moluscos, tanto que hasta allí han comido los caracoles de «La Magdalena».

A ese tipo de turistas, a los que les gusta mezclarse con la tradición local, va dirigida la empresa Caracol Tour, que ha ido creciendo en los últimos años paso a paso de manera firme vendiendo Córdoba como experiencia vital, hasta el punto que ya se están animando a probarla los propios cordobeses.

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