La candidatura de Medina Azahara a Patrimonio de la Humanidad culminará el trabajo de todo un siglo

Hay un hilo que une las primeras excavaciones para descubrir Medina Azahara , hace poco más de un siglo, con el trabajo de los últimos años y con la base de la candidatura que la va a convertir en Patrimonio de la Humanidad en pocas semanas. Antonio Vallejo , director del yacimiento arqueológico desde 1985 hasta 2013, pronunció ayer una conferencia en la que resaltó la «coherencia» entre todas estas fases, «entre el modelo de recuperación que se heredó en 1985 y las actuaciones que se ponen en marcha desde ahí».

Entre unos y otros hay el mismo modelo, explicó Antonio Vallejo, y la declaración a Patrimonio Mundial «es el culmen de todo un proceso que no arranca realmente en estos últimos años, sino que viene de muy atrás con un modelo de recuperación que va encaminado a desvelar lo mejor de Medina Azahara». Como resumió Antonio Vallejo, la formulación de su candidatura sería la « consecuencia lógica » de todo el trabajo que se dio antes.

Su carácter, insistió, no es único en Europa, sino « único en el mundo », y a lo largo del tiempo «se han desvelado de manera singular cada uno de los aspectos que la Unesco reconoce como singulares en el contexto de las ciudades islámicas del Islam temprano y también del Patrimonio Mundial».

Entre esos valores, Vallejo destacó la «perfecta integración entre arquitectura, naturaleza y paisaje , que es muy original de Medina Azahara». También señaló la construcción en piedra y que no hubiera asentamientos posteriores «que permitieran que se conservara y que se mantuviera limpio de edificaciones ». Por eso allí se pueden estudiar «los modelos filosóficos que se esconden tras esas primeras ciudades».

El actual director de Medina Azahara, Alberto Montejo , desgranó en otra conferencia las líneas estratégicas para cuando se consiga la declaración de Patrimonio Mundial, algunas indicadas por la Unesco. Por eso avanzó que se seguirá promoviendo la investigación del sitio «para avanzar en el conocimiento de determinados elementos, como la plaza de armas, para acondicionar el camino desde el museo».

Es uno de los proyectos pendientes , «para que el público encuentre algo legible y museable para entender la visita». Son 800 metros de camino desde el centro de visitantes.