AGRICULTURA

La campaña del cereal acaba en Córdoba con una bajada de producción por la sequía

La ausencia de lluvias y el viento dejan una reducción de la cosecha de entre el 30 y el 40 por ciento, según la zona

Espigas de trigo bajo el sol del verano M. CIEZA

P. C.

A punto de concluir la campaña de recogida de los cereales de invierno, entre los que se incluyen el trigo (tanto en su variedad de duro como de blando), la cebada , la avena y el triticale , las previsiones de una menor producción en relación a la campaña del año pasado por la escasez de lluvias registradas desde enero han terminado por cumplirse. Asaja ya avisaba al comienzo de los trabajos de recolección en abril que este año la producción iba a ser más corta por los daños causados por las altas temperaturas de febrero , la acumulación de muchas jornadas con fuerte viento y la escasez de precipitaciones en invierno que había causado el adelanto vegetativo de las plantas.

El técnico de Asaja en Córdoba, Antonio Monclova , indicó a ABC que la campaña de cereales, cuyo nivel de recogida se encuentra entre el 98 y el 99 por ciento en Córdoba, se puede resumir en la frase « menos cosecha pero una mayor calidad ». Sus estimaciones son que la producción se habrá reducido en torno a un 45 por ciento en relación a la temporada de 2018, unas pérdidas superiores al 30 por ciento que se espera a nivel nacional. Al analizar estos números hay que tener en cuenta que la campaña del año pasado fue especialmente buena en términos de recolección por las ingentes precipitaciones que se registraron durante toda esa primavera, por lo que este experto considera que fue una campaña «anómala» .

El trigo recolectado es de alta calidad pero las cotizaciones del mercado no recogen este hecho

La principal causa que esgrimen desde la patronal agraria al hacer estas predicciones es la reducción del agua caída desde que comenzó este año. Esto ha afectado a los rendimientos , que en esta ocasión han disminuido a la mitad respecto al ejercicio anterior. De este modo, en la Campiña , desde La Carlota hasta Bujalance, se ha pasado de uno 5.600 kilos por hectárea a unos 2.400, mientras que en Los Pedroches y en algunas zonas del Valle del Guadiato , se han quedado en algo más de 1.600 kilos por hectárea, frente a los 3.500 que se registraron hace 12 meses.

En esta menor producción ha influido de manera destacada la menor superficie sembrada. Según datos facilitados por Asaja , en 2019 el área suma en torno a unas 90.000 hectáreas en toda la provincia, un 2,8 por ciento menos que en el ejercicio anterior. El trigo duro es el más afectado por esta circunstancia, con mermas en este apartado superiores al 25 por ciento. No obstante, sigue siendo el cereal de producción líder en Córdoba con 36.234 hectáreas.

Parte de las parcelas se están dedicando a otros cultivos más rentables

En contraposición destacan las subidas del 27 y el 18 por ciento, respectivamente, del blando y de la cebada. Monclova recalcó que el trigo duro siempre ha sido el cultivo herbáceo tradicional aquí por su mayor calidad, pero la fuerte bajada de sus cotizaciones y el aumento del hasta el 20 por ciento de los gastos que conlleva ha obligado a muchos agricultores a apostar por otros productos.

Por su parte, el secretario provincial de UPA, Miguel Cobos, consideró que la campaña ha sido «mala» por la sequía reinante desde principios de 2019 y por la irregularidad de las lluvias caídas a partir de ese momento. Este dirigente agrario calculó que este año se han registraron entre 150 y 200 litros por metro cuadrado menos en relación a la media de la última década. Esto supone que, en su opinión, la temporada haya finalizado en Córdoba con entre un 30 y un 40 por ciento menos de cosecha.

Sánchez de Puerta aboga por centrarse en los trigos de mayor nivel

El presidente de Cooperativas Agroalimentarias en Córdoba , Rafael Sánchez de Puerta, corroboró las conclusiones de las organizaciones agrarias al asegurar que este año «habrá bastante menos producción de cereales», pero agregó que las pérdidas no han sido tan altas como se esperaba al inicio de la recolección por las menores precipitaciones, además de que, a su juicio, los aguaceros registrados han sido muy distintos en función de las zonas de la provincia que se analicen.

Sánchez de Puerta declaró que «nuestro trigo duro destaca por su calidad, pero eso no está siendo reconocido por el mercado , por lo que muchos agricultores se están hartando de esa menor rentabilidad y están plantando en sus explotaciones otros cereales u otros cultivos, sobre todo olivar y almendro ». «Es una pena porque Andalucía y Córdoba podrían ser un referente de los trigos de más nivel», remarcó.

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