MUNICIPAL

Los cambios en el callejero de Córdoba dedican honores a tres militantes de la izquierda

Los partidos del gobierno se quedan con los homenajes para fallecidos más recientes

Reunión del consejo rector de Urbanismo, ayer en la Gerencia VALERIO MERINO

Rafael Ruiz

Los partidos que gobiernan el Ayuntamiento de Córdoba no han sido particularmente generosos a la hora de repartir honores a personalidades que han sufrido un fallecimiento reciente sobre el escenario del «nuevo» callejero. De las nuevas rotulaciones de calles, tres estarán dedicadas a militantes de la izquierda que han muerto en los últimos años.

La calle Fernando Fernández Martínez se acabará llamando Manolo Rubia . Era la cuarta propuesta en el orden realizado por el Consejo del Movimiento Ciudadano. Rubia fue fundador de Comisiones Obreras y secretario general del sindicato. Rompió con el PCE en 1984 tras una larga carrera en la clandestinidad. Durante los últimos años de su vida, siguió activo en foros de pensamiento y debate donde volcaba sus inquietudes. Fue un hombre tan apreciado como ignorado en los partidos que ahora le van a rendir homenaje.

Un caso similar es Ana Claro Fuentes , militante del PCE desde las Juventudes Socialistas Unificadas de Carrillo en los años 30. Estuvo en Marianne, una entidad feminista, y en la plataforma contra los malos tratos. En su caso, se ha respetado el criterio del consejo de distrito de un barrio, Cañero , donde la izquierda siempre ha tenido una raíz honda.

El tercer caso es la cuota de Ganemos tras el reconocimiento a su militante Carmen López Román . Ligada al feminismo, estuvo en Izquierda Unida o Podemos. En las filas de Ganemos, era una persona adorada aunque no estuvo en los puestos de salida de las municipales.

Han de excluirse de esta lista los que murieron por razones distintas en fechas más lejanas. El asesinado librero Rogelio Luque , fusilado tras el golpe de estado de 1936; la veterinaria María Cerrato , que murió en 1981, y Ángela Romero de Torres , que lo hizo en 1975. En la lista está también un párroco, Bartolomé Blanco , que falleció en 2012 como emérito en Cañero. En el caso del sacerdote, era la propuesta preferida del consejo de distrito que se ha respetado casi siempre. odos ellos.

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