Atención primaria
El cambio en los centros de salud arranca en Córdoba con críticas laborales
Los sindicatos y colegios profesionales coinciden en que la reforma que ha iniciado la Junta necesita más dinero
Faltan diez minutos para que den las once de la mañana en el centro de salud de la Huerta de la Reina , a un paso del Vial . «¿Quiere usted la cita presencial o telefónica?», pregunta un empleado del Servicio Andaluz de Salud (SAS) a un ciudadano que le pide una cita con el médico. La frase es una de las que más se escuchan en los recintos de la Atención Primaria , ahora que la Junta de Andalucía ha empezado a retomar su modo de funcionamiento habitual tras el paréntesis de la pandemia, cuando este nivel asistencial ha atendido a los usuarios mayoritariamente por teléfono para evitar contagios de coronavirus .
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Este regreso progresivo a la normalidad coincide con la activación de la Estrategia de Atención Primaria en la comunidad autónoma, que el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre , presentó en el Parlamento este mes de septiembre y que el Servicio de Andaluz de Salud (SAS) está exponiendo a los diferentes colectivos profesionales. Entre las novedades se encuentra la creación de las consultas de acogida que tendrán la función de dirigir a los pacientes y que estarán bajo la responsabilidad de los enfermeros.
Oposición unánime
¿Y qué piensan estas organizaciones colegiales y sindicales de la Estrategia de la Administración autonómica que se estrenó el 1 de octubre? La oposición es unánime. Este periódico ha pulsado la opinión del Colegio de Médicos de Córdoba , de la delegación provincial del Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería , así como de los sindicatos Médico (Simec) , de Enfermería (Satse) y CSIF . Todos ellos tienen una opinión contraria, e inamovible, en relación a los cambios que ha puesto en marcha la Consejería , y el único que se muestra comprensivo en su crítica es el Colegio de facultativos.
«Nosotros estamos para colaborar con Salud , claro que sí, pero las cosas no se pueden hacer de esta forma: no estamos nada satisfechos, porque mientras no haya más dinero para contratos no va a mejorar nada», señala el presidente del Colegio de Médicos, Bernabé Galán. «Es verdad que la situación de precariedad no es nueva, que viene heredada y que dura ya mucho tiempo. Hay que arreglar la Atención Primaria, si bien este no es el camino», añade quien puntualiza que Salud y Familias ha intentado convencer a las organizaciones de galenos de las virtudes de su proyecto. «Esta semana nos convocó a una reunión el gerente del Servicio Andaluz de Salud . Y seguimos sin estar de acuerdo», lamenta Galán.
«Nosotros estamos por colaborar con Salud, pero las cosas no se pueden hacer de esta forma», afirma el Colegio de Médicos
La polémica central sobre la que pivota el debate en estos momentos es el papel de la enfermería en la reforma, que le concede la facultad de tutelar las consultas de acogida en coordinación con los doctores del centro. El Colegio de Médicos alaba la voluntad de la Junta de darle a esta categoría profesional más cancha dentro de los centros de salud de la comunidad autónoma, «porque son personas muy aprovechables, pero insisto en que la manera de organizar el trabajo no es viable en estas circunstancias».
La paradoja de los enfermeros
La paradoja es que los propios enfermeros han rechazado de plano la propuesta de la Junta . El Colegio de Enfermería ha llegado a acusar a la Administración regional de pretender convertir en «porteros» a los trabajadores que defiende, «porque les priva de darles una atención finalista y adecuada a los pacientes», tal y como señala el presidente en funciones del colectivo laboral en Córdoba, Enrique Castillo.
En este sentido, el responsable del Colegio puntualiza que «no está en contra de la filosofía y objetivo último de estas consultas de acogida, que en último término no hacen sino reconocer la capacidad y aumento de las competencias que pueden asumir las enfermeras, pero siempre y cuando vayan acompañadas del imprescindible aumento de las plantillas en los centros de salud y de la posibilidad de poder ofrecer una atención finalista a los ciudadanos, ya que tal y como están ahora diseñadas el papel de las enfermeras queda reducido a poco más que, o bien ofrecer meros consejos de salud , o derivar al médico para que prescriba el medicamento correspondiente».
El Colegio de Enfermería acusa a la Junta de querer convertir a sus asociados en «porteros»
El Sindicato Médico da una clave: «La consulta de acogida es un nuevo bluf de la Administración, porque este triaje de enfermería es una vieja conocida de los médicos y enfermeros de Atención Primaria, y consiste en que el paciente que llega de Urgencias es recibido por la enfermera, que hace una primera valoración y determina si la atención debe ser inmediata o si puede esperar a que el médico termine sus tareas. Asímismo realiza las exploraciones que ve adecuadas según el motivo de consulta, como toma de tensión arterial, temperatura, glucemia», apunta a este diario Inmaculada Romero, que es la secretaria general del Simec en la provincia.
La consulta, activa en Córdoba desde febrero
La realidad es que en Córdoba estas consultas de acogida están en marcha desde hace meses. E l director-gerente del Distrito Córdoba-Guadalquivir, Javier Fonseca , lo explicaba en la entrevista que publicó ABC este lunes. «Empezaron a funcionar el pasado febrero y ya han tenido 40.000 actuaciones: tienen unos protocolos de trabajo que se están ampliando con la ayuda de las sociedades científicas: si el paciente que acude al centro de salud con una patología compatible con alguno de los procedimientos previstos el enfermero está preparado para poder resolverlo, siempre en comunicación con el facultativo», exponía el directivo del SAS en su conversación con este diario.
Por la información que la Junta le ha facilitado al Simec y por la que le han transmitido sus asociados, «la actualmente conocida por el pomposo nombre de consulta de acogida, no es ni más ni menos que más de lo mismo: según la administración, en esta nueva consulta el enfermero tiene más capacidad de decisión y puede valorar si el paciente no precisa visita médica ese día y es suficiente con un plan de cuidados que él mismo indique».
Apostilla Inmaculada Romero que «la realidad es bien distinta, porque los enfermeros tienen ya su parcela de trabajo, que es la de cuidados, muy extensa y muy necesaria, pero su trabajo no incluye el diagnostico ni el tratamiento de una patología médica. Por otra parte, el paciente que solicita visita médica en la mayoría de los casos exigirá ser valorado por un médico».
¿Y las matronas y los fisioterapeutas?
Satse pone el acento en la necesidad de que haya más dinero para personal, porque si no «será inviable». El Sindicato de Enfermería , empero, «valora que el plan presentado por la Administración implica en gran medida un reconocimiento de la capacidad, competencias y funciones de las enfermeras y enfermeros, a las que otorga un papel fundamental con la implantación de las denominadas consultas de acogida, la ampliación de la enfermera escolar o el desarrollo de la enfermería de práctica avanzada». A renglón seguido estima que ««el plan para la Atención Primaria obvia a otras categorías, como son las matronas o los fisioterapeutas, fundamentales en los equipos multidisciplinares existentes».
También el CSIF Córdoba observa en el plan de Salud y Familias con «enorme preocupación por los problemas de falta de personal que arrastran desde hace años». CSIF considera que la estrategia trazada por la Consejería constituye «un auténtico despropósito al hacer pivotar la recuperación de la atención presencial a la ciudadanía en los centros de salud en sus profesionales, lo que origina una mayor sobrecarga laboral y en una merma de las condiciones de trabajo de un personal que ya lo han dado todo en esta pandemia».
Desorientación
Al descontento de los profesionales se suma a la desorientación de muchos usuarios de la Atención Primaria . «He tardado cuatro días en que me den cita por internet», se queja María del Mar G. en el centro de salud de Lepanto , despejado y tranquilo sobre las diez de la mañana de ayer. Un empleado explicaba en qué consistían las consultas de acogida: «Están pensadas para las atenciones urgentes que no sean graves. Y si el paciente lo pide le verá el médico», resumía el profesional .
La sensación generalizada en este centro de salud como en los de la avenida de América , el del Aeropuerto y el de Huerta de la Reina era ayer de alivio por la vuelta paulatina a la normalidad, y mezclada con la incertidumbre sobre cuánto durará el tránsito hacia el nuevo modelo. «Estoy contenta. Un médico es más que un médico. También es un amigo. Una persona en la que confías», tercia Roberto L, un jubilado con un problema en la vista que necesita de revisiones periódicas.
«El médico me pregunta por mis nietos»
«El confinamiento fue un infierno, porque para mí, como para mucha gente, venir al médico es como ir a misa, créame. Me sirve para airearme, para hacer vida social. Conozco a los celadores, a los administrativos, el doctor me pregunta por mis nietos. Ahora que ya puedes venir estoy muy agradecido», agrega el hombre.
Más crítica se muestra Soledad Garmín, la pareja de un chico de 25 años que acude al centro de la avenida del Aeropuerto a solicitar una prueba por molestias en su rodilla izquierda. «No puede ser lo que estamos viviendo. A esto no hay derecho. Salud Responde no responde la mitad de las veces. Que te den una cita por teléfono es una odisea. Y luego vienes el médico te atienda media hora después de la hora que te han asignado», suscribe la joven.
«Nosotros somos gente paciente. Sabemos que tienen interés en mejorarlo todo, y que no es fácil, creo que eso lo puede entener todo el mundo. Pero, hombre, que piensen en lo que llevamos pasado y en que esto es una necesidad básica, no un capricho», reflexiona él.
