PRIMERA PLANA

Caballerizas (ir)Reales

Mi estupefacción se desbocó cuando vi el manifiesto que pide que este monumento sólo tenga uso ecuestre

Un participante en la última edición de Cabalcor, feria que se celebra en Caballerizas Reales Roldán Serrano
Baltasar López

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Llevo 20 años en esta ciudad y aún hay polémicas para mí más incomprensibles que el éxito de las pinturas de Kazimir Malévich. Ahora, entenderán, lectores, la metáfora, fruto de lo sucedido y de mis problemas de comprensión del arte moderno. Mi estupefacción se desbocó cuando vi que unas cuarenta personas ligadas al mundo del caballo , pero también al de la empresa y el académico, habían firmado un manifiesto en el que pedían que las Caballerizas Reales , cuando sean municipales —el eterno proceso de adquisición parece estar cerca de la meta—, tengan sólo uso ecuestre . Pretendían descabalgar el proyecto que tiene el Ayuntamiento para que en la planta superior de este monumento se habilite una sala museística de arte contemporáneo , que ocuparía sólo un 6,5% (cerca de 2.000 metros cuadrados) del total de su superficie. No sé cómo han visto los rubricantes en ese equipamiento cultural un obstáculo para que este inmueble histórico no sólo mantenga su uso ecuestre, sino que lo potencie, como debe hacerse.

Afortunadamente, al cogobierno PP-Cs —en esta ocasión, sección populares— no le ha temblado el pulso y ha tomado las riendas de la controversia, frenándola en seco. Mantiene su plan para Caballerizas: albergará una sala expositiva de arte contemporáneo con unas dimensiones más que interesantes y en él se desarrollará el Centro Internacional del Caballo , un viejo y ambicioso proyecto al que se le antoja, ojalá me equivoque, una ejecución a trote de poni porque son entre ocho y diez millones que deben llegar a lomos de lo público y lo privado.

Hizo bien el Consistorio en mandar a boxes las reivindicaciones de los firmantes del manifiesto. Una cosa es que lo lógico sea que el mundo del caballo sea el protagonista en este inmueble mandado construir por Felipe II y otra bien distinta es que quienes se mueven en él o en su entorno se comporten como si aquello fuera suyo . El monumento se lo vamos a pagar al Ministerio de Defensa entre todos los cordobeses —y el coste aún está por determinar—. Y dado que va a estar complicado organizar una asamblea con los 326.039 habitantes de la ciudad, lo normal es que sea el Ayuntamiento el que decida qué se hace con este monumento.

El alcalde , el popular José María Bellido, para sacarles varios cuerpos de ventaja a quienes reivindicaban unas Caballerizas sólo para el caballo, se ha encargado de que se visualice que el proyecto, sala artística incluida, tiene el apoyo de Córdoba Ecuestre , el colectivo más importante en ese mundo. Domada esta controversia, sólo resta que la iniciativa del Consistorio sea un caballo ganador: que los usos ecuestres se fortalezcan en este emblemático inmueble y que el Ayuntamiento llegue a un acuerdo con alguna institución purasangre que nos pueda traer a ese nuevo espacio expositivo piezas de reconocidos artistas. Esto último, además de permitirnos disfrutar de una mayor oferta cultural, aumentaría el atractivo turístico de Córdoba, que cojea en la oferta de arte moderno. Aparcadas las Caballerizas (ir)Reales demandadas por unos pocos , llega el momento de que el Consistorio espolee todo su potencial .

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