El 'alocado' plan de fuga con el que Henri Parot quiso fugarse en helicóptero de la cárcel de Córdoba

El juez Grande-Marlaska le procesó en 2006 por enviar a la dirección de terrorista etarra una carta pidiendo que le sacaran del penal

Ahora como ministro, Marlaska acaba de aprobar su acercamiento a una cárcel más cercana al País Vasco

Prisión de Alcolea (Córdoba) ABC

Fernando del Valle

Quería que le sacaran de la cárcel de Córdoba con un helicóptero y a la hora de su paseo por el patio. Henri Parot, miembro del 'comando itinerante' de ETA y uno de los miembros más sanguinarios de la banda terrorista con 39 asesinatos a sus espaldas, volvió a ser procesado en 2006 por la carta que envió a la dirección de ETA en la que proponía un plan para fugarse . Un nuevo delito de integración en banda armada sirvió al entonces juez Fernando Grande-Marlaska para aumentar su condena; ahora, como ministro del Interior, autoriza su acercamiento a un penal más cercano al País Vasco.

Parot, con 26 condenas por su participación en los más terribles atentados de ETA como el de la casa cuartel de Zaragoza en 1987 (con once víctimas mortales, entre ellas cinco niñas) o el asesinato de la fiscal Carmen Tagle , fue detenido en 1990 en un control rutinario de la Guardia Civil cerca de Sevilla.

No iba de turismo. En el interior de la furgoneta que conducía el terrorista transportaba 310 kilos de amona l, el explosivo que utilizaba la banda. Su objetivo era la la Jefatura Superior de Policía de la capital hispalense.

En abril de ese mismo año ingresó en prisión, de la que ya no ha salido. Actualmente se encuentra en Puerto III (Cádiz) . Allí permanecerá poco tiempo, porque este viernes, siguiendo con la política de acercamientos puesta en marcha por el Ejecutivo socialista, Interior ha aprobado que pase a seguir cumpliendo su condena a la cárcel de Mansilla de las Mulas, en la provincia de León . Parot cumple una condena acumulada de 41 años por los delitos de asesinatos, atentados, estragos, lesiones y terrorismo.

Henri Parot ABC

Antes de estar en la cárcel gaditana en la que ahora se encuentra, el terrorista, de 63 años, pasó por la cárcel de Alcolea, en Córdoba . Como es normal, allí no se quería quedar. Y por eso se comunicó con la cúpula de ETA para decirle «sacadme de aquí» .

En una carta que se encontró en el domicilio de los dirigentes Juan Antonio Olarra y Ainhoa Múgica cuando cayeron, les proponía un 'alocado' plan de fuga que incluía la utilización de un helicóptero que debería pasar a recogerle en el patio de la penitenciaría.

Esa carta, de la que informó en primicia ABC de Córdoba en 2005 , la había enviado en junio de 2001. Un año después, en septiembre, los dos cabecillas etarras eran detenidos en Francia. La misiva les era intervenida.

Parot quería salir de la cárcel. Pero era capaz de intentar sacudirse la responsabilidad. Se creía imprescindible. La «ihesaldia» (huida) había de producirse ante el «especial interés» que según decía, habían mostrado los dirigentes de la banda por sacarlo de la prisión en comunicaciones anteriores.

Plano de la cárcel cordobesa que incluía el etarra en su carta ABC

En su mensaje, el preso etarra incluía un croquis de la cárcel cordobesa . Y proponía las herramientas con las que dejar de estar entre rejas. Sugería secuestrar un helicóptero «con piloto» para que le recogiera en el patio de la prisión.

Eso sí, el desarrollo de la acción debería ser muy rápido , pues según afirmaba en su escrito, los mandos de la cárcel contaban con un protocolo de seguridad que incluye encerrar a este tipo de presos ante situaciones de emergencia. Lógico.

¿Dónde se efectuaría la recogida ? En uno de los patios de aislamiento . Concretamente, el que marca en el mapa con el número 13. Allí es donde Parot relata a sus compinches que sale a pasear desde las 9 de la mañana hasta la una de la tarde «más o menos» .

Siempre, claro, que su comportamiento sea el correcto, pues añade que también podría encontrarse en los patios marcados con el tres o el cuatro, en donde podría estar en caso de haber sido sancionado . ¿Y cómo me reconoceréis? «Podría llevar una ikurriña en la mano, si hace falta» , propone. Euskaldunamente romántico.

Ahora bien, el preso que ahora estará más cerca de su comunidad de origen no las tenía todas consigo. En esa carta, que sirvió para que Grande-Marlaska le imputara otro delito de integración en banda armada, llegaba a cuestionarse si en realidad sus compañeros serían capaces de llevar a cabo una acción tan arriesgada .

«La cuestión es saber si tenéis voluntad. Si se quiere, se hace, si no, no» , les decía. «Me gustaría poder leer: -añade- «Sí, Unai, (es el alias que usaba por entonces el terrorista) te vamos a sacar»». Muy bravo, aseguraba que estando en libertad él sí propuso «sacar a gente» . «Pero me lo prohibieron», se excusa. Mala suerte.

El plan no debió de ser acogido con mucha determinación por ETA. O no encontraron el helicóptero con piloto. Parot ha seguido entre rejas desde entonces . En febrero del año pasado cumplió las tres partes de su condena en febrero de 2020 y, según Prisiones, «acepta la legalidad penitenciaria» .

Por eso se ha dispuesto su progresión a segundo grado y el traslado a la prisión de León . Una determinación que de nuevo ha soliviantado a las asociaciones de víctimas. Entre muchos otros, no podrán lamentarse de ella ni Carmen Tagle, ni Cristóbal Colón de Carvajal ni la granadina Conrada Muñoz Herrera , que en 1989 tuvo la mala suerte de abrir una carta bomba dirigida a su hijo, funcionario de prisiones.

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