Concurso de acreedores

El administrador concursal del Córdoba CF activa la reclamación de 8 millones a Carlos González

Detecta operaciones de la SAD no auditadas que pueden suponer «incumplimientos legales»

Carlos González y, al fondo, el administrador concursal Roldán Serrano

Pilar García-Baquero/Rafael Ruiz

La administración concursal del Córdoba CF ha activado la reclamación de ocho millones de euros a Azaveco, propiedad del expresidente Carlos González , para que ingrese en las arcas de la sociedad anónima deportiva la cantidad la cantidad a la que se comprometió a pagar cuando adquirió la empresa. En total, la cifra que se ha estimado como propicia asciende a 8.086.878,36 euros , según el informe se septiembre del administrador concursal y que es una especie de repaso general a todas las actuaciones llevadas a cabo: desde el análisis de la empresa cuando solicitó el concurso al proceloso procedimiento de inscripción ante la Fedederación.

La administración concursal informa al juzgado mercantil que no entiende esta cantidad como un activo, parte de los bienes del Córdoba CF SAD. Lo entiende, sin embargo, como «activos de naturaleza posible cuya existencia ha de ser confirmada por ocurrencia de evento futuro». Es decir, que no serán contabilizados como parte del dinero del club hasta contar con una decisión judicial o extrajudicial que permita considerarlo como un hecho . En este capítulo, el administrador de la sociedad, Francisco Estepa , entiende que hay 11,8 millones de euros pendientes de dilucidar en los que destaca una partida de impuestos diferidos. La partida de Azaveco formaría parte de los posibles cobros porque fueron incluidos en la masa del concurso de acreedores de 2011 tanto en el inventario anexo a la propuesta de convenio como en el plan de negocio.

El informe remitido al juzgado es un repaso de qué ha pasado desde que el club se puso en sus manos y cómo era la situación hasta tres años antes de su intervención. El administrador concursal hace referencia a las cuentas auditadas del club hasta el año 2019. No obstante, afirma que, ajeno al resultado del trabajo de aquellos auditores, ha hallado operaciones «que podrían suponer incumplimientos legales con incidencia significativa en las cuentas anuales y en el patrimonio de la sociedad».

El administrador no dice cuáles son, entre otras razones, porque algunas se encuentran bajo investigación penal . Se trata de operaciones con partes vinculadas a directivos del club por las que se cobraron servicios que no se sabe si se adaptaban al mercado. En segundo lugar, se señala la recuperación de créditos con partes vinculadas, como la fundación del Córdoba, «que presenta dudas». Se señalan operaciones con terceros cuyos tarifas tampoco parecen haber valorado a precios de mercado . Se afirma que se han producido «operaciones indemnizatorias y pasivos» objeto de revisión penal. Y, por último, se señalan «contigencias activas a favor de la sociedad que no han sido debidamente informadas. Resumiendo el lenguale legal: se señalan operaciones concretas donde personas del club o terceros se lucraron a costa de las cuentas de la empresa pasando por encima de los principios de una administración racional de los recursos.

El informe ratifica que no había salida alguna para el Córdoba CF SAD cuando la administración concursal puso un pie en la puerta. En ese momento, ya se había producido una situación patrimonial negativa que había colocado al club en situación técnica de causa de disolución. Ya al cierre de 2018, el Córdoba CF tendría que haber dejado de existir con la amplicación estricta de la ley. De hecho, el administrador menciona que se intentaron una serie de ventas rápidas de jugadores y que el Ayuntamiento de Córdoba cediese directamente el estadio para incrementar el activo y dar posibilidades ciertas de negocio futuro. El administrador concursal afirma no haber hallado un plan de negocio para dar viabilidad a la SAD. En el momento en que Estepa tomó el mando del club, había unos cientos de euros de saldo bancario y diez mil euros en la caja de la cantidad producto del último partido jugado. La venta de la unidad productiva a un fondo de Bahréin , se asegura en el informe, era la única alternativa sólida para el mantenimiento de la actividad deportiva y el empleo en un contexto de «iliquidez total» .

Lo que sí parece claro es que no hay, ni de lejos, dinero para que todas las empresas que han presentado pasivos perciban dinero. Actualmente, la masa pasiva asciende a 12,6 millones de euros que ha tenido una minioración de 5,9 millones por la venta de la unidad productiva. Realizada la resta con la masa pasiva, todos los bienes integrados en el patrimonio de la SAD, el déficit patrimonial asciende a - 2,77 millones de euros . El administrador ha intentado rescindir tres contratos por lesivos: con una clínica médica, con Aceites García de la Cruz y con la cesión del 5% del contrato de Florin Andone a la empresa Auditu Sport (antes Football Management Sánchez).

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