Semana Santa Córdoba 2022

Viernes Santo en Córdoba: Agua que escapa entre las manos

Las viejas y devotas cofradías hacen suya la ciudad en la jornada del amor fraterno

Itinerario y horarios del Viernes Santo en Córdoba

Nazarenos de la Hermandad del Descendimiento en 2019 Álvaro Carmona

Álvaro R. Del Moral

Con el Jueves el Viernes Santo es la certeza del fin de la fiesta . El cansancio acumulado de la Semana Santa se mezcla con la satisfacción de haber recuperado tantos capítulos vitales en este año de reencuentro en el que cada cosa ha vuelto a su lugar. Todo está a punto de cumplirse en un día -comienza de mañana con el Vía Crucis del Cristo de la Caridad portado por sus hermanos legionarios - que también es promesa de fidelidades a lo eterno, a lo que comienza a convertirse en intemporal.

Pero el Viernes Santo, curiosamente, será la jornada de los mayores estrenos . Hay uno absoluto: será la primera vez que la cofradía de Electromecánicas acceda a la carrera oficial para hacer estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Los nazarenos de la Conversión -el crucificado de García Velasco irá acompañado de los dos ladrones- tendrán que afrontar un largo camino para alcanzar el corazón de la ciudad desde la parroquia del Rosario.

Con ellos irá una batería de ilusiones que hubo que aparcar en 2020, en aquella Cuaresma triste en la que todo se fundió a negro… Todo será nuevo para la mayoría de los espectadores y un auténtico punto de inflexión en una jornada compacta que ensancha así aún más sus costuras demostrando que la Semana Santa sigue siendo un cuerpo vivo.

Nueva sede de la Soledad

Pero hay más novedades. Seguramente la de mayor calado es el inicio de una nueva etapa en la historia de la hermandad de la Soledad . Tomó una decisión valiente y seguramente necesaria: dejar la parroquia fernandina de Santiago , también la comodidad de la ciudad intramuros, para marcharse a la iglesia de Santa María de Guadalupe reforzando sus evidentes vínculos franciscanos. También se trataba de encontrar la savia fresca de un barrio vivo que, eso sí, los nazarenos de sayales marrones tendrán que hacer un esfuerzo -sin abdicar de su identidad- para alcanzar el centro a través de vías inéditas para las cofradías como la avenida de Barcelona. No será el único estreno: la bellísima dolorosa del recordado imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte irá acompañada por primera vez por una banda de música, la de la Estrella , que interpretará piezas acordes con el carácter severo de una corporación que ya está ampliando su nómina humana.

Pero hay otras cosas que sí son inmutables: la Expiración ya ha rebasado el siglo saliendo de la Real Iglesia de San Pablo , la casa que el padre Pueyo encontró para el bellísimo Cristo que dormía su propia historia en la parroquia de San Francisco. La cofradía busca la Catedral en la intimidad de calles y lugares como Hernando Colón o el compás de San Francisco. Seguramente es el mejor momento para deleitarse con el cuidadísimo cortejo de los nazarenos negros de cola y esparto que preceden al crucificado expirante y la belleza intimista de la dolorosa del Rosario -una de las mejores de Álvarez Duarte- en el palio que le diseñó Fray Ricardo.

El Descendimiento

Desde el otro lado del río llegan los nazarenos del Descendimiento pintando uno de los más hermosos aguafuertes de la Semana Santa de Córdoba. La silueta del Cristo de Ruiz Olmos recortado sobre la piedra tibia de la Calahorra pertenece al alma más auténtica de una fiesta que se derrama como el agua que corre bajo los arcos del Puente Romano. Los hermanos del Campo de la Verdad sueñan con un nuevo palio para la dolorosa del Buen Fin que no tardará demasiados años en ver la luz completo. Pero dentro de la historia íntima de la corporación hay que anotar un hermoso capítulo que no será palpable el Viernes Santo: es la recuperación de la histórica devoción de la Virgen del Rayo , perdida su hermandad de gloria, que pertenece a la historia remota de la propia Semana Santa.

La cofradía del Sepulcro , puntual, saldrá de la Compañía haciendo un recreo en el detalle desde la cruz guiona al cortejo del preste. Sigue asombrando la suntuosidad manierista del paso de la Urna que avanza presuroso, camino de esa Catedral que fue la primera en incluir y recuperar en la Semana Santa contemporánea. La cofradía quiso cambiar el orden de precedencia con la de los Dolores pero el carácter oficial y el orden cronológico de la Pasión ha pesado a la hora de mantener unos turnos de paso que, un año más, harán que sea el último cortejo en acceder al primer templo para hacer su estación de penitencia renunciando a volver por Deanes.

Pero nada estará consumado hasta que la Virgen de los Dolores cierre la jornada y toda la Semana Santa sin importar esos turnos de paso . Con la dolorosa de San Jacinto culminan muchas cosas y se cierra la Semana Santa sentimental en espera de la Gloria que se apuntará desde Santa Marina. El alfa y el omega de la celebración está en la alberca empedrada de la plaza de Capuchinos , anudada en torno al rostrillo de Redel, el paso de Armenta, la plata de Peidro, los corazones servitas, los versos de García Baena, el cartel de Ginés Liébana, los pinceles de Julio Romero, los dragones de su manto… Todo empieza y termina en el luto de la Señora de Córdoba. Se acabó la Semana Santa.

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