El patero del viernes | Por Dentro, de Antonio Varo

Ya sabemos que la expresión «cofrade lector» es un ejemplo perfecto de oxímoron, pero a veces a algunos cofrades les gusta llevar la contraria, cogen un libro y hasta lo leen de cabo a rabo (nadie es perfecto, qué le vamos a hacer). Para ese escaso espécimen se han escrito estas líneas con un consejo de amigo. Los cofrades no lectores, es decir, el 90 por ciento, pueden dejar este artículo en este punto y aparte.

Pero el que haya seguido verá una sugerencia que le hacemos con todo el poder de convicción de que seamos capaces. Aconsejamos viva, vivísimamente, la lectura del libro « La procesión va por dentro ». Su es autor Daniel Cuesta Gómez , un joven jesuita de sólo 33 años: por lo pronto, que un hijo de San Ignacio escriba un libro sobre cofradías, tratándolas con conocimiento, cariño y respeto, y que además sea tan insultantemente joven lo convierte ipso facto en una «rara avis».

El libro lleva el subtítulo de «Hacia una espiritualidad cofrade», y propone una visión de la vida del cofrade y de la acción de las cofradías que le sirve para sugerir espacios evangelizadores impensados sin salirse lo más mínimo del estilo y el carisma -qué poquito me gusta el palabro- de quienes queremos vivir la fe desde una hermandad. El autor demuestra, como digo, conocimiento y cariño, lo cual le hace señalar las cualidades y no ocultar los defectos que se dan en los cofrades, pero siempre saca el lado positivo. Además, su formación humanística y sus estudios de Historia del Arte le permiten llenar unas páginas maravillosas sobre la unción sagrada, la vigencia del culto a las imágenes y la función de los imagineros. Quizá esas páginas sean, junto a las que dedica al simbolismo de la procesión y la vivencia interna del nazareno, las más brillantes de un libro que, de por sí, no tiene desperdicio. Los pocos cofrades que leen libros ya tienen tarea.