Miércoles Santo triunfal

El Miércoles Santo, con las seis hermandades previstas ya procesionando, ha logrado su primer pleno, después de que la climatología frustrara el Domingo de Resurrección y el Lunes Santo y dejara únicamente a la Universitaria en su templo el Martes. La tarde arrancó inestable -chaparrón incluido-, pero las perspectivas han ido mejorando a medida que ha avanzado la tarde.

La Misericordia acaba de encargarse de certificar una jornada triunfal. Como estaba previsto, ha iniciado su estación de penitencia en torno a las 20.20 horas. Ha comenzado su desfile procesional para regresar a la Catedral casi dos décadas después de haber salido de allí por última vez durante el cierre de la hoy basílica de San Pedro.

La penúltima en ponerse en la calle, desde aproximadamente las seis y media, ha sido el Calvario.

Ha partido de San Lorenzo. Ha recuperado su hora más clásica y ha sido en esta ocasión la primera en la carrera oficial.

Media hora antes, ha sido el turno del Perdón desde la iglesia de San Roque. En su estación de penitencia, las miradas están pendientes del estreno de la primera fase del nuevo palio de la Virgen del Rocío y Lágrimas.

La Pasión, sobre las seis menos cuarto, no ha faltado a su cita con los cordobeses en la parroquia de San Basilio. Desde ese momento está ofreciendo un recorrido por un entorno magnífico, por un camino de calles y paisajes hermosos.

Media hora antes, la Paz, que ha salido de Capuchinos, ha decidido igualmente hacer estación de penitencia. Como novedad, el Señor luce un cordón de plata y marfil de gran valor, donacion del Marqués de la Almunia, que resaltará en la túnica roja lisa que llevará Jesús de la Humildad y Paciencia.

La joven hermandad de la Piedad de las Palmeras ha sido la que ha abierto la jornada, sobre las cuatro menos cuarto. Así, rodeados del fervor del barrio, sus titulares han iniciado su desfile procesional. Están acompañados, a la ida, por la banda de cornetas y tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno de Pozoblanco. A la vuelta, estarán envueltos por los sones de la banda de cornetas y tambores San Juan Bautista de Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real).