SITUACIÓN DEL CLUB

Otra vez «Juego de Tronos» en el Córdoba CF

La lucha por el control del club ha comenzado a escenificarse en un momento grave de los 64 años de historia

El presidente del Córdoba, Jesús León, en su última rueda de prensa del 18 de diciembre de 2018 Valerio Merino

Javier Gómez

El club está en un complejo tablero en el que se juega la partida de su incierto futuro. Una situación con fecha de caducidad o punto de eclosión definitivo para el 31 de julio. Hasta entonces pasarán muchas cosas. Porque la batalla ha comenzado. Otra vez «Juegos de Tronos», pero ahora por el control del Córdoba CF .

La lucha por el poder ya no es una hipótesis, sino una realidad evidente. Jesús León continúa agazapado con una estrategia evidente. Carlos González ha empezado a atacarle al cuello. Luis Oliver sigue el espectáculo desde la butaca. La situación es tan insostenible que en el Consejo de Administración hay evidentes discrepancias con el montoreño, aunque todavía bajo el juego soterrado. No hay planificación para la próxima temporada. El castillo económico está más en el aire que nunca. Las nóminas impagadas. Hay muchas bifurcaciones. León tiene que elegir el camino. Todavía tiene la sartén por el mango. ¿Hasta cuándo?

La afición le pide explicaciones a León por el descenso del Córdoba CF a Segunda B y también por la delicada situación de liquidez. De momento, su prioridad no es aparecer en la escena pública. Lógicamente, el empresario de Montoro, después de casi cinco meses sin hablar, gestiona la oportunidad para dar la cara con mimo. Sin embargo, esta situación está provocando un deterioro de la imagen pública del presidente. En cualquier caso, lo preocupante es el desgaste que sufre la institución a nivel nacional. León podría estar aferrándose al cargo, aunque con ello la entidad pueda verse claramente salpicada ahora y para el futuro.

Desde fuera

Todavía está en los movimientos iniciales de los peones. El primero en mover ficha ha sido Carlos González . Esta semana ha reaparecido en la escena pública. Intenta situarse como salvador, un discurso que no casa con su pasado en la entidad. Sin embargo, es el único que ya se plantea claramente la batalla judicial. El empresario canario cree que León ha incumplido el contrato de compraventa, entre otros motivos, por transmitir dos de las tres empresas que eran avalistas de la adquisición de las acciones del club. Por hecho, pretende «requerir a Aglomerados» para que «nos pague ya» los 4,5 millones de euros pendientes de la venta. Si no lo hiciera, daría el paso definitivo para reclamar el control del club por cualquier vía. Dice que tiene presidente y director deportivo elegidos.

Mientras González ha entrado en la batalla, Oliver continúa la pelea de los otros dos gallos como mero espectador. Sin embargo, ya anunció en una entrevista en ABC que «estaremos calladitos» hasta el 30 de junio o mientras el Córdoba tuviera opciones de permanencia en Segunda. Todo puede pasar a partir de ahora. El finiquito pendiente de tres millones de euros parece una carta demasiado golosa como para que decidiera no utilizarla en algún momento. Amén de lo que él calificó como «una ayudita» para que León comprase el club a González.

Más ingredientes

La situación, además, tiene otros ingredientes que comienzan a salpimentar la salsa. El presidente, en los contactos que mantuvo el miércoles con miembros del Consejo de Administración (no todos), intentó rebajar la tensión. Hay voces internas que comienzan a ser muy críticas con sus acciones, todavía en el juego subterráneo. Otras ya se desmarcan de los temas más graves que afectan a la gestión. Esa forma de intentar que la crisis de las nóminas impagadas a los trabajadores no le salpique la dejó clara Magdalena Entrenas.

El domingo puede consumarse matemáticamente el descenso del Córdoba CF a Segunda B. Sería en el mismo estadio que subió a Primera. Siendo un revés, lo más preocupante no será que caiga, sino cómo baja. El club tiene una falta de planificación absoluta . La incertidumbre sobre la posición del máximo accionista y del presidente cala por los huesos de toda la institución. No hay director deportivo definido para el próximo curso. Berges tiene contrato, pero su continuidad parece improbable. Tampoco hay entrenador . Navarro acaba en junio y no parece que haya hecho méritos para continuar consumido por la situación. Nada han avanzado para la plantilla de la división de bronce.

El Córdoba CF está en una de las situaciones más delicadas de sus 64 años de historia. No verlo es de ciegos. Afortunadamente, nada inseparable. Aún. El nuevo triunvirato del Córdoba está mal avenido. Las soluciones no parece que puedan ser pacíficas. La judicialización del control del Córdoba parece el escenario más probable, salvo que León encuentre dinero (financiación o de otro modo). Sigue en ello.

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