Varios miembros del Consejo de Administración de José Miguel Salinas, en una junta general de accionistas
Varios miembros del Consejo de Administración de José Miguel Salinas, en una junta general de accionistas - Valerio Merino
Córdoba CF

Alivio en los exconsejeros del Córdoba por el cierre de un caso «que nunca se debió haber iniciado»

Varios miembros del Consejo de Administración de Salinas harán una declaración oficial cuando sepan el contenido del auto

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Satisfacción, contento, alegría y alivio. Pero también indignación, sensación de injusticia y enfado por «dos años de auténtico calvario» en un proceso que «nunca se tenía que haber iniciado». De este modo reaccionaron ayer varios de los miembros del Consejo de Administración del CCF bajo el mandato presidido por José Miguel Salinas tras conocer que el juez decidió archivar el caso por una presunta mala gestión que habría llevado al club a declararse en concurso de acreedores.

«Esto demuestra que el fútbol está lleno de gozos», se limitó a señalar Miguel Reina, actual concejal de Deportes y entonces miembro del Consejo de Administracón de Salinas, si bien no pudo ocultar su enojo al apuntar que «nunca debió ocurrir esto».

«Hemos decidido esperar a tener el texto para realizar una declaración institucional de todo el consejo, a ser posible firmado por todos», explicó a ABC el propio José Miguel Salinas.

El expresidente se sintió molesto por el hecho de que hubiera personas que se enteraran del contenido del auto antes que los propios interesados y lo achacó a que el magistrado tenía que haber respetado los procedimientos «y de forma inexplicable no lo ha hecho».

No obstante, el exdirigente blanquiverde optó por desahogarse personalmente antes de volver a hablar de forma oficial: «Llevábamos ya tiempo esperando este desenlace que estaba cantado y que nos dota de la seguridad de poder estar definitivamente tranquilos sobre un tema que no se debió producir».

Valoración seria

Su entonces segundo de a bordo, Antonio Prieto, también prefirió incidir en lo «delicado» de un asunto que «llama a la prudencia». De su boca salió en primer lugar la palabra «calvario» y su intención es la de «realizar una valoración muy seria» ante algo «de mucha importancia», por lo que previamente habrá que conocer en detalle el contenido del auto.

Otro que definió de igual manera los dos últimos años transcurridos fue Fernando Peña, por entonces vicepresidente económico del club. «La sensación que tenemos es la de habernos quitado un peso de encima, porque la acusación fue injusta, no tenía ningún sentido y después de todo este tiempo en vilo tenemos derecho a señalar que este proceso no tendría que haber empezado siquiera», dijo.

Todos coinciden en que el proceso nunca debió iniciarse

Fue él quien usó los términos «satisfacción» y «alivio», pero quiso dejar bien a las claras que, «a pesar de que se ha cerrado algo, no tengo la sensación de que se haya hecho justicia», puesto que «fue ridículo» que el caso se pusiera en marcha. De igual modo, Peña consideró que «tenemos derecho a limpiar nuestro nombre», pero no quiso profundizar al respecto.

Quien sigue teniendo una extraña sensación de estar viviendo un «mal sueño» todavía es Francisco Herrera, que durante 12 años -desde que el club se fundó como sociedad anónima deportiva en 2000- ha sido secretario de forma ininterrumpida. «Sé que se ha acabado, pero no estoy seguro del todo», confesó. Pero el alivio que dijo sentir es mayor que la confusión creada por todo este proceso.

De hecho, aseguró haberse sentido tan mal que no ha pisado el estadio de El Arcángel desde hace dos años. «Viví el ascenso con la emoción y la alegría propia de cualquier seguidor, pero cuando mi hijo me preguntó si nos abonábamos, le dije que yo no». Aún así, se pasó casi 24 horas haciendo cola para adquirir el abono de su hijo y de algunos amigos suyos, si bien él prefirió quedarse al margen.

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