Sabotean el coche de la alcaldesa de Jerez y hacen pintadas contra otros políticos

De nuevo hoy desconocidos han realizado pintadas con amenazas e insultos en los domicilios de los tenientes de alcaldesa de Jerez, Laura Álvarez y Francisco Camas (ambos PSOE), mientras que también han saboteado los coches particulares de la alcaldesa, Mamen Sánchez, y de otro teniente de alcalde, José Antonio Díaz. El gobierno municipal ha mantenido luego en una nota que rechaza cualquier tipo de «acción violenta o coercitiva», impropias en cualquier contexto y circunstancia en una sociedad democrática. Los actos vandálicos se repiten por tercera vez después de las denuncias presentadas por hechos similares tanto en el mes de abril como en el mes de mayo.

Todo apunta a que estos actos vandálicos se están sucediendo en Jerez ante las medidas de ajuste que empezará a aplicar en unos días el gobierno municipal (trabajar las 37,5 horas semanales que marca la Ley) e impedir el reparto a discreción de los complementos de productividad.

La más perjudicada por el sabotaje ha sido la propia regidora socialista que se ha encontrado su vehículo particular, aparcado en un sótano privado de su urbanización, rociado con un líquido corrosivo, que Sánchez apunta a que podría ser ácido, y cuyas cuatro ruedas han sido reventadas con un punzón. La propia alcaldesa ha señalado en su perfil de Facebook que el sabotaje podría haber tenido peores consecuencias: su marido se ha topado con la desagradable escena acompañado de su hija de tres años que patinó con el líquido esparcido por el suelo y estuvo a punto de entrar en contacto con él. «La primera persona que pisó ese líquido que había caído del coche al suelo del garaje ha sido mi hija, que llevaba unas sandalias. Afortunadamente su padre la cogió rápido para que solo afectara a su zapato y no a su pie», ha especificado la regidora en su post. Todos estos hechos han sido denunciados en la comisaría de Jerez.

El Gobierno municipal ha lamentado los hechos en su comunicado y ha considerado «muy grave» que de forma anónima se actúe contra la intimidad de los miembros del gobierno, en sus domicilios particulares, y con expresiones amenazantes que no tienen cabida en ningún tipo de «negociación o relación laboral o social».