Un jurado de Gibraltar concluye que la muerte de un vecino de La Línea en una persecución marítima fue accidental

Fue una muerte accidental. Es el veredicto de un jurado de Gibraltar por la muerte de Alfredo Morodo , un vecino de La Línea de la Concepción (Cádiz) que falleció en octubre de 2019 a los 42 años durante una persecución marítima del Servicio de Aduanas del Peñón en una supuesta operación contra el contrabando de tabaco.

El jurado de la investigación judicial en Gibraltar concluye que no hay pruebas suficientes de homicidio involuntario , según ha difundido la radiotelevisión pública de Gibraltar, GBC . El juez que ha instruido esta causa, Charles Pitto, ha asegurado que no descarta la posibilidad de una causa civil en el futuro.

El jurado, eso sí, ha realizado tres recomendaciones al Servicio de Aduanas de Gibraltar para evitar más fallecimientos en el futuro. Una es que las luces de navegación estén siempre encendidas, al menos las de posición, algo que actualmente no es obligatorio; que mejoren los dispositivos de comunicación para que todos los miembros de la tripuación puedan hablar entre ellos y que se disponga de cámaras de visión nocturna para mejorar y grabar las operaciones.

La muerte de Alfredo Morodo causó una ola de indignación entre familiares y algunos vecinos de La Línea de la Concepción, algunos de los cuales llegaron incluso a protagonizar graves altercados en el barrio de San Bernardo. Hubo barricadas y enfrentamientos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los participantes en estos hechos llegaron incluso a lanzar piedras y objetos contra los agentes y fue necesaria la intervención de antidisturbios.

Unas doscientes personas protagonizaron días después una sonada pero pacífica protesta ante la Verja clamando justicia. Familiares del fallecido aseguraban que no llevaba tabaco en la embarcación en la que viajaba y que estaba pescando junto a otro tripulante.