Cádiz
La invasión del alga asiática en el Estrecho de Gibraltar tiende a la estabilización
El estudio de la Universidad de Sevilla y de la Fundación Cepsa constata, tras dos años de investigación, «una pequeña caída» en la expansión de la «Rugulopterix Okamurae»
«Hemos detectado una pequeña caída y se está estabilizando». Así resumía el catedrático de Biología Marina de la Universidad de Sevilla (US), José Carlos García Gómez, una de las principales conclusiones del estudio que dicha universidad, financiado por la Fundación Cepsa, inició hace dos años sobre el alga asiática «Rugulopteryx okamurae» , que está causando estragos en el Estrecho de Gibraltar , tanto medioambientalmente como en la pesca y el sector turístico de la zona.
García Gómez , que dirige el Laboratorio de Biología Marina de la US, ha participado este viernes en una rueda de prensa telemática junto con José Guadix, vicerrector de Transferencia del Conocimiento de la US; y Cristina Ortiz Ferrari, directora de la Fundación Cepsa. Según ha explicado el investigador, la brutal invasión que se registró a partir de 2016 se está frenando , algo que sostiene era de esperar como ocurre con otras especies bioinvadoras. Eso sí, ha advertido que aún es precipitado decir que se ha llegado a una situación de equilibrio.
Esto se sabe gracias al análisis estadístico de los datos obtenidos en la estación centinela submarina SBPQ de la Isla de Tarifa, en la cual se detectó la especie invasora en 2016, gracias a lo cual se monitoriza su evolución en el tiempo, desde 2018 hasta 2020 , comparándola con los datos de la serie precedente 2013-2017. «En el periodo 2018-2020 se aprecia una cierta estabilización en zonas pre-coralígenas umbrías, pero no un retroceso de la bioinvasión . Se estudia potenciar la estación centinela SBPQ de Punta Carnero, así como instalar otras nuevas en los nuevos límites de expansión de la especie invasora. La monitorización de esta estación se seguirá implementando en el futuro», se ha explicado.
Según ha añadido García Gómez, el estudio realizado por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía , también ha constado que por debajo de los 50 metros es poco lo que hay ya de esta alga y que entre los 20 y 40 metros de profundidad, «hay un pequeño retroceso de esta especie, lo cual es esperanzador ».
Los investigadores de este estudio de la US han descubierto además y descrito varios mecanismos activos y pasivos que convierten a la «Rugulopteryx okamurae», en una de las especies invasoras de macroalgas más agresivas, competitivas y amenazantes para la flora y fauna (biota) nativa de las conocidas a nivel mundial.
Para llegar a esta conclusión, se han investigado los mecanismos ecológicos de competencia por el espacio de esta especie, que se caracteriza por desplazar de su sitio natural a la biota sésil (la vinculada al fondo marino) nativa, ocupándolo sin aparente predisposición de liberar el espacio conquistado.
Un mapa de riesgo
Para analizar en qué tramos batimétricos y geográficos se encuentra más presente el alga invasora, se ha elaborado una cartografía de todos los afloramientos rocosos del Parque Natural del Estrecho , con especial atención a los del tramo comprendido entre Cabo Gracia y Punta Carnero. «Con esta cartografía se observa no sólo en qué tramos batimétricos y geográficos la especie está más presente y cubre más parcela de fondo, sino donde, por tanto, aquella puede provocar mayor afección por desprendimiento tras temporales u otros factores, en las playas y en el sector pesquero artesanal», se ha explicado. Lo que se pretende es desarrollar un mapa de riesgo.
Gracias a la colaboración de buceadores de la Bahía de Algeciras también se ha implementado una aproximación a través de la ciencia ciudadana (Citizen Science) del impacto ambiental generado en el paisaje submarino. Para ello, se han considerado archivos de imágenes obtenidas en los mismos lugares, en una comparativa de antes y después del inicio de la invasión, en 2015-2016. Esta comparativa de fotografías y de vídeos submarinos ha permitido ilustrar el severo impacto ambiental en puntos geográficos concretos antes y después de 2015-2016. En ellos se observa el cambio radical en el paisaje con sustitución de gran parte de la biota nativa por el alga asiática invasora. «La comparativa de imágenes seleccionadas ilustra perfectamente la dimensión y el impacto paisajístico y ecológico que ha provocado la mencionada especie invasora», se ha añadido.
La directora de la Fundación Cepsa , Cristina Ortiz Ferrari, ha manifestado que gracias a este estudio «esperamos conocer mejor esta especie de alga asiática, sus fortalezas y debilidades y posibles usos futuros de la misma. Tras casi dos años de investigación, aún nos quedan por delante otros dos para conseguir dar algunas respuestas y certezas a los campogibraltareños, nuestros vecinos, que tan preocupados están por el impacto de la Rugulopteryx».
En este proyecto, para atender la globalidad de sus objetivos y la transversalidad de los mismos, es también principal copatrocinador Red Eléctrica Española (REE), colaborando también otras empresas o instituciones públicas como Diputación Provincial de Cádiz , Acerinox, Endesa, Obimasa (Ceuta), la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas (OPP51) y el Puerto Deportivo La Alcaidesa de La línea de la Concepción.
Declaración de la especie como invasora
Respecto a la reciente declaración de la «Rugulpterix Okamurae» como especie invasora por parte del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, García Gómez ha destacado que permitirá regular un problema que ya existe así como su recolecta y comercialización. También posibilitará que se articulen mecanismos de ayuda para los sectores más afectados, como la pesca y el turismo. Además, ya hay proyectos para usarla en compostaje y con otros fines.
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