SEMANA SANTA
El Viernes de Dolores se nutre de más besamanos en Jerez
Hasta cinco dolorosas, dos más que el año pasado, se encuentran en veneración durante esta jornada de vísperas
El Viernes de Dolores es un día de cita con dolorosas de enorme fuerza y unción en Jerez de la Frontera. Históricamente, esta jornada era por excelencia de encuentro con dos dolorosas: Nuestra Señora de las Angustias y Nuestra Señora del Mayor Dolor. A las 0:00 h, comenzó la jornada para los cofrades de la dolorosa de los siete cuchillos con el rezo del Santo Vía Crucis por la plaza de las Angustias y la exposición del Santísimo Sacramento. Tras la reserva del Santísimo, se abrió la veneración -no hubo este año besamanos, un cordón impedía el acercamiento- a la Virgen.
En San Dionisio, la Virgen del Mayor Dolor, una de las grandes joyas de la ciudad, abría su mano a todo aquel cristiano que acudía a buscar su mirada perdida. Pero este año, además de estas dos dolorosas con tradición asentada, las imágenes marianas que se encuentran en solemne ceremonia de besamanos en un día como hay han aumentado.
Desde el año pasado, María Santísima de la Trinidad, dolorosa de Humildad y Paciencia que se bendijo en enero de 2023, se encuentra en la iglesia homónima en veneración para los fieles y devotos. Sin duda, una de las tallas de la imaginería contemporánea que más han enriquecido el patrimonio devocional jerezano. La dolorosa y San Juan Evangelista, que cuentan con la firma del imaginero Ramón Cuenca, conforman un conjunto exquisito.
Por otro lado, este Viernes de Dolores de 2024 se han incorporado dos dolorosas más a la jornada de besamanos que, si bien no procesionan por las calles de Jerez, son de una enorme calidad. Estas son Nuestra Señora de los Dolores, antiquísima imagen que se encuentra en el Seminario Diocesano, y Nuestra Señora de los Remedios, de la capilla homónima, junto al Señor de la Puerta Real.
De consolidarse estos dos besamanos de cara a años venideros, sería una gran noticia dada la majestuosidad de las tallas, enriqueciendo una jornada que ya de por sí es valorada por los jerezanos. La nota negativa de la jornada fue el día desapacible, con mal tiempo, fuertes rachas de viento y sin apenas salir el sol.
