COFRADÍAS

La Real Castrense, una iglesia en el olvido

El templo militar de la Plaza de Falla sigue a la espera de que se reanuden unas obras que, por el estado del edificio, fueron calificadas de urgentes

La Real Castrense está en la actualidad cerrada y apuntalada

A. MENDOZA

El futuro de la iglesia Castrense de Cádiz sigue en el aire. Las obras del primer templo militar de España permanecen paralizadas y la comunidad parroquial está a la espera de una respuesta en torno al devenir de este histórico edificio de Cádiz que cuenta con más de 250 años. Ha pasado ya cerca de un año y medio desde que la iglesia militar de la Plaza de Falla cerrara sus puertas para que poco después se iniciaran los trabajos de una reforma necesaria porque el templo sufría graves problemas en su estructura desde el 2010 . El Ministerio de Defensa concedía una partida de 845.000 euros para una restauración que en principio iba a durar dieciocho meses .

Sin embargo, y pese a la urgencia de la intervención, en el templo castrense no hay movimiento alguno desde diciembre de 2016 . Fue entonces cuando la empresa encargada de las obras se declaró en suspensión de pagos después de que solamente había ejecutado un 4% de los trabajos previstos. La rehabilitación quedó desde ese instante paralizada y se desvanecieron las esperanzas de los parroquianos de recuperar la actividad en su sede en el plazo previsto. En primer lugar hubo que rescindir amistosamente el contrato con la constructora para no acudir por vía judicial y poder acelerar así el reinicio de los trabajos. A partir de ahí se ha tenido que volver a iniciar todo el proceso desde el principio. Al tratarse de una obra pública se ha vuelto a licitar y a su vez se ha realizado un nuevo proyecto a partir de lo que ya se había hecho en el templo. Todas esas gestiones se han llevado por delante prácticamente este año 2017.

Mientras, el padre César Sarmiento espera algún tipo de comunicación con respecto al porvenir de su parroquia . Sabe que actualmente se realizan los trámites burocráticos necesarios para poder reactivar los trabajos pero no oculta su inquietud por el estado del templo. «Evidentemente me preocupa la situación. El edificio está apuntalado pero aún estando así, las cosas se deterioran y lógicamente irá a peor y se trata de un edificio cerrado y en lo que llevamos de año no se ha hecho nada en él». Además, el páter destaca la desazón de la comunidad parroquial. «La feligresía también está preocupada. La gente se desanima y nadie da una explicación. Creen que hay abandono y que no hay interés» . Sarmiento lamenta la indiferencia que existe con respecto al presente y futuro más inmediato de la Castrense. «Yo soy el que da la cara pero a mi nadie me da ningún tipo de explicación y para la misma ciudad donde tenemos un patrimonio muy bueno, es un edificio importante, pero estamos olvidados. Porque al margen de que sea religioso no deja de ser histórico y por parte del Ayuntamiento nadie ha hecho ni ha dicho nada». Mientras todo esto se aclara y el templo está cerrado, la parroquia sigue su actividad y las hermandades celebran sus cultos en la sede provisional que es la iglesia de Santa Catalina . «El obispado no puede intervenir en esto pero hizo lo que tenía que hacer y muy bien porque desde el primer momento nos ha facilitado la iglesia de Capuchinos para que se pueda desarrollar la atención pastoral», expone Sarmiento.

Pese a todo, el padre César no pierde la esperanza y confía en poder tener alguna noticia pronto. «Supongo que las cosas y papeles se van moviendo y supongo que habrá alguna novedad más pronto que tarde», concluye.

Expiración, de nuevo desde Santa María

El Viernes Santo de 2017 fue diferente para la cofradía de Expiración que tiene sede en la Castrense. Al estar cerrado el templo la hermandad realizó su salida procesional desde la iglesia de Santa María por lo que se vivió una cita histórica que siempre recordarán los cofrades. El barrio del 'Greñúo' se volcó en esta ocasión tan especial para recibir al Cristo de la Expiración y María Santísima de la Victoria en una emotiva jornada. El próximo Viernes Santo de 2018 se va a repetir esta estampa debido a la situación en la que sigue la Castrense . Para los hermanos de Expiración fue una bonita experiencia la que vivieron en el templo del Nazareno aunque no olvidan el estado en el que se encuentra su sede. Desde Expiración, al igual que de las dos hermandades de gloria (Santo Ángel y Desamparados) se espera que haya pronto una solución y la iglesia se rehabilite cuanto antes para poder volver a su sede con sus respectivos titulares.

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