Semana Santa Cádiz 2023

Cádiz recupera un Lunes Santo lleno de devoción de barrios y con el contrapunto de Vera-Cruz

Crónica

El sol y el calor volvieron a acompañar a las hermandades que realizaron su estación penitencial

Ana Mendoza / Rubén López

Cádiz

El calor estuvo más presente que nunca en este Lunes Santo en Cádiz. Y no sólo por las temperaturas, elevadas de la jornada, sino porque numeroso público acompañó a las hermandades en sus salidas procesionales. El sol que reinaba a medio día ya presagiaba que la tarde sería intensa. Las calles llenas de personas conforme avanzaban las horas confirmaban que el del Lunes Santo en es muy especial en la ciudad ya que se vive esa devoción de barrios en La Viña, el Mentidero y San Francisco con el Amor, y con el contrapunto que impone la hermandad más antigua, la decana, Vera-Cruz.

En la iglesia de la Palma con el Cristo de la Misericordia y la Virgen de Las Penas se iniciaba ese fervor que después se trasladó al centro con El Nazareno del Amor y Nuestra Señora de la Esperanza, y a la Alameda, con Jesús en su Prendimiento y María Santísima del Patrocinio. Finalmente el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y La Virgen de la Soledad imponían el rigor cuando ya prácticamente se hacía de noche.

Frente a lo que sucedía el pasado año 2022, cuando la lluvia obligó a que tres cofradías se resguardaran del agua en la Catedral y una de ellas, Vera-Cruz, no pudiera procesionar, en esta Semana Santa de 2023 Cádiz se hizo más barrio que nunca y recuperó su Lunes Santo de forma plena. Sin destacados sobresaltos las cuatro cofradías dejaron una vez más buena muestra de la grandeza de la semana mayor gaditana. Aunque sí hubo retraso en la jornada en cuanto a los horarios previstos. El Nazareno del Amor llegaba a la plaza de Candelaria en torno a treinta minutos más tarde, ya que en el cruce de la calle Cobos con la archicofradía de La Palma tuvo que esperar a que pasara la hermandad viñera.

>> DIRECTO: Así hemos contado el minuto a minuto del Lunes Santo en Cádiz

Nazareno del Amor

En pleno centro, la Plaza de San Francisco emerge como siempre en primavera con el azahar de sus naranjos y el Lunes Santo se hace fuerte con las dos cofradías de su iglesia, la de los franciscanos que ya no están pero a los que nadie olvida. Con el espíritu y legado que dejaron, con esa impronta, la hermandad del Nazareno del Amor iba a realizar su salida procesional en un Lunes Santo bastante caluroso.

Los hermanos celebraban como es habitual la misa previa en el interior de la iglesia de Los Remedios. Posteriormente comenzaba a formarse el cortejo en el pasillo central. El hermano mayor de la corporación, Manuel Mota, no ocultaba su emoción ante este esperado momento. El sol que brillaba daba la tranquilidad con la que no se pudo afrontar el pasado Lunes Santo cuando el aguacero sorprendió a la corporación en la calle San Francisco. «Estamos muy ilusionados. Ha sido todo un año de trabajo y esfuerzo porque la cofradía es todos los días del año. Ahora esperamos hacer una buena estación de penitencia en Catedral y llevar a nuestros titulares por las calles».

Se abrían las puertas de la iglesia y la Plaza estaba llena. Tras salir los penitentes que precedían al Nazareno Blanco, con un exorno floral exquisito, con hasta diez tipos diferentes de flores, el capataz, José Ramón Alba Callero, daba las órdenes para que la cuadrilla acercara el paso. Salía como siempre, medido y con cuidado y ya en el exterior se completaba la cruz del Señor que fue restaurado en 2020. Era Cristina, la hija de Alfonso Caravaca, que fuera durante tantos años secretario diocesano para las hermandades y fallecido el pasado mes de septiembre, la que daba una emotiva primera levantá. Se elevaba el paso y sonaba un clásico, Nazareno del Amor, que interpretaba la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación.

Avanzado el misterio, salían las filas de hermanos que acompañan a la Virgen de la Esperanza. Con el cortejo prácticamente fuera se movía el palio. Juan José Muñoz indicaba las maniobras que había que seguir con detalle. Espectacular lucía la imagen que estrenaba una toca sobre manto realizada por José Recuerdo, una cruz pectoral, un broche y un ancla de plata. Flores en distintas tonalidades adornaban este palio verde Esperanza. Ya en la calle, en su plaza, se elevaba la Virgen al cielo de Cádiz tras una primera levantá dada por la directora del Colegio de Las Carmelitas, Yolanda Castilla. Sonaba entonces Esperanza Franciscana por la Filarmónica de Conil dirigida por Javier Valle.

La Palma

La Viña es un hervidero de fieles desde que amanece cada Lunes Santo. Este no era la excepción. Es el día del barrio, el de los vecinos que resisten a pesar de las dificultades y el de los que llegan rendidos a una devoción que desde este señero rincón de Cádiz se extiende a toda la ciudad. Es la Palma, es el Cristo de la Misericordia y es María Santísima de Las Penas, este Lunes Santo, ya coronada.

Las visitas protocolarias al mediodía marcaron la mañana con el alcalde, José María González, concejales, representantes de otros partidos políticos, antiguos hermanos mayores, y también la presidenta de la Autoridad Portuaria de Cádiz, Teófila Martínez.

La expectación iba en aumento conforme llegaba la hora de la salida procesional. El tiempo esta vez no generaba dudas. Al contrario de lo que sucedía en 2022, el sol estaba presente para quedarse durante toda la tarde. Con más de mil personas en el cortejo la organización es fundamental. Esta vez, la responsabilidad última recae en una nueva junta de gobierno liderada por Pedro Bueno, hermano mayor de la corporación. «Estamos emocionados, ilusionados y conscientes de la gran responsabilidad que supone la salida procesional. Esperamos tener una bonita estación de penitencia y que lleguemos todos bien y que sea un gran Lunes Santo», comentaba Bueno.

Con todo listo y las inevitables lágrimas de quienes posan su mirada en Ellos antes de iniciar la salida, se abrieron las puertas de la iglesia de la Palma. Se escucharon entonces los primeros aplausos mientras la cruz de guía avanzaba por una calle de La Palma que estaba llena de personas. Mientras, los hermanos Tomás y Francisco Martín comenzaban a dar las indicaciones a sus cargadores. Volvían tras seis años a estar al frente del paso del Cristo de la Misericordia y se mostraban igualmente emocionados. El Señor salía y una vez fuera, tras una larga maniobra se elevaba la cruz. Ahora sí, lucía espléndido. Con todo listo, se ordenaba la primera levantá y sonaba entonces esa primera intensa marcha, La Misericordia del Padre, interpretada brillantemente por la banda de cornetas y tambores Vera-Cruz de Utrera.

Tras Él llegaba el momento de María Santísima de Las Penas con su corona y saya de la coronación canónica del pasado 14 de agosto. Ramón Velázquez va una vez más con Ella. El palio salía entre aplausos y la banda Julián Cerdán de Sanlúcar tocaba entonces Virgen de Las Penas Coronada, López Gándara. Avanzados unos metros, a la altura del cuadro de la Virgen de la Palma, se escuchaban los primeros sones del impresionante Himno de la Coronación de Juan Antonio Verdía y Luis Manuel Real.

El coro de David Fernández y José Manuel Pedrosa se situaba tras el palio para cantarle a Ella, por primera vez en Lunes Santo, este himno. La calle, el barrio, se rendía a este histórico momento repleto de emociones mientras el palio avanzaba entre vivas y aplausos.

 

Vera Cruz vuelve cuatro años después

Suena 'Cristo de la Sentencia' ante la salida del Señor de la Vera Cruz. Una situación que no se ha dado en los últimos años, ya que siempre cuando el crucificado sale de San Francisco lo hace a los sones de la capilla musical que acompaña al Señor. La maniobra de salida con el crucificado que se va erigiendo una vez que el paso ya está en la calle. Han sido años sin ver a la hermandad en su recorrido por Cádiz, concretamente hasta cuatro años sin ver a la cofradía debido a la pandemia y a la metereología.

No falta por supuesto el 'Lignum Crucis' que portan varios hermanos en un cortejo más que nutrido y bien cuidado.

Hermandad de negro que pone el contrapunto en el Lunes Santo de Cádiz. La más antigua de Cádiz que deja una salida laboriosa para los hermanos cargadores, más aún para el palio de la Virgen de la Soledad que sale con diferentes cuerdas de las que tiran la cuadrilla de Antonio Ramírez, y es que la puerta de San Francisco tiene la altura que tiene.

Sones de 'Soledad' gracias a la Banda Enrique Montero de Chiclana que sigue el devenir del palio de Vera Cruz ante una abarratoda Plaza de San Francisco. Una de las dolorosas con mayor devoción de la ciudad que vuelve a encontrarse por la calle San Francisco buscando la Carrera Oficial. Con la salida de Soledad, ya están los ocho pasos del Lunes Santo en las calles, destacando que esta Semana Santa va de la fe y la devoción de la hermandad de barrio, a la sobriedad de Vera Cruz.

 

El Carmen sigue rebosando luz de Lunes Santo

El Padre Francisco es uno de los muchos cofrades que el Lunes Santo se reúnen en la Iglesia del Carmen para acompañar a Jesús en su Prendimiento. El sacerdote carmelita conoce bien el templo y sigue un año más con la hermandad que tras años duros por la climatología y la pandemia hará su estación de penitencia con absoluta normalidad.

La cofradía sigue dejando la estampa de una procesión con la luz de la Alameda, divisando las aguas de la Bahía de Cádiz. Uno de los enclaves más bonitos de la ciudad que vuelve cofrade cada Lunes Santo. La hermandad sigue con estrenos en el palio y el misterio del Prendimiento que cada vez se ve mucho más completo. Acompaña a Jesús en su Prendimiento la Agrupación Musical La Salud de Cádiz, que deja una impronta y un sello especial en la cofradía.

Bajo la bendita protección de la Virgen del Carmen Coronada mucho público aguarda a la salida de la hermandad, mientras que el hermano mayor, Rafael Galeano, reconoce «los nervios que siempre hay cada jornada de Lunes Santo. La verdad que nos espera un día espectacular por el tiempo que hace y será una gozada después de lo sucedido el año pasado».

El turquesa de las bambalinas del palio de Patrocinio se mueven, símbolo de que el paso ya está en la calle con el acompañamiento musical de la Banda de Música Nuestra Señora del Rosario de la localidad sevillana de El Cuervo. Una jornada de grandes emociones y que transcurre en sus primeros tramos por su barrio del Mentidero.

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