Palomares, 56 años después de las bombas la contaminación sigue en el terreno

Hace 56 años, el 17 de enero de 1966, cuando tuvo el accidente nuclear en la pedanía de Palomares en Cuevas del Almanzora. Dos de las cuatro bombas que cayeron explotaron y esparcieron por la zona los nueve kilos de plutonio que contenían. Desde aquella fecha muchas han sido las intenciones y las investigaciones sobre la zona para tratar de dilucidar las consecuencias de la radioactividad.

Para Ecologistas en Acción, Palomares «es un laboratorio a cielo abierto para estudiar el comportamiento de materiales fisionables liberados en el medio natural, es decir, están utilizando a los habitantes, a la fauna, flora y medio ambiente para experimentos científicos ». Para la organización, el peligro actual consiste en que el plutonio se está transformando en americio que emite radiaciones gamma que si atraviesan el cuerpo humano.

«Ahora es peligroso acercarse a la valla de los terrenos contaminados porque las radiaciones alcanzan a los transeúntes que se aproximen . Pero no solo está en esta zona, también hay fuera, en la acera de los números impares de la calle Diseminado de la Punta», indican los ecologistas.

Según un análisis reciente de un laboratorio de Zúrich, hay 400 bequereles de americio, de modo que cada vez que pasa una persona por la zona recibe una radiación equivalente a una radiografía de tórax . «Ante este estado de cosas, si el Tribunal Supremo no obliga al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a ordenar la limpieza de Palomares, acudiremos al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo», indicaron los ecologistas.

Actualmente, los vecinos de Palomares están pendientes de la decisión el Tribunal Supremo sobre si el CSN es competente para la ejecución del plan de rehabilitación y si debe fijar una fecha concreta. La limpieza de los terrenos contaminados sigue pendiente de la enésima resolución judicial.

En 2021 se reanudaron las mediciones de plutonio en el área de 40 hectáreas bajo vigilancia radiológica ambiental de Palomares con la recogida de un centenar de muestras . Los análisis dieron como el resultado el hallazgo de emisores alfa, es decir, contaminación radioactiva en 72 de ellas.