TRIBUNALES

Matar 79 lechones: «una payasada de chaval»

El joven procesado por causar la muerte a las crías de cerdo en una granja de Huércal-Overa asegura que no mató «a ninguno»

R. P.

«Una payasada de un chaval de 19 años». Esa ha sido la explicación que D. A. A. el joven que está siendo procesado por haber causado la muerte a 79 lechones en una granja porcina situada en el municipio almeriense de Huércal-Overa. El acusado, que era trabajador de la citada explotación de cerdos, manifiesta ante el juez que no «aplasté a ninguno, ni murió ninguno» a pesar de que en el vídeo grabado por su compañero se le ve saltando sobre los animales.

Según este individuo, el 7 de enero de 2016 los lechones estaban «todos perfectos» cuando los trasladaron a la sala de destete. «Claro que no murió ninguno», y, a su juicio, prueba de ellos es que de haber acabado con la vida de alguno «al cía siguiente me hubieran dado las quejas y me llamaron a los cuatro o cinco días». Eso sí, reconoce que «fue un acto muy feo y me disculpé con el empresario cuando me llamó porque había visto el vídeo en un grupo de WhatsApp».

Ante el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Almería ha insistido en que «no lo hice con la intención de matar a ningún animal, que se iban apartando». Además, ha quitado responsabilidad al autor del vídeo, su compañero M. R., al aseverar que le pidió a este que le grabase «sin que supiese lo que iba a hacer». «No sabía nada cuando empezó a grabar y al poco, apartó el móvil, apagó y me regaño», ha manifestado D. A. A. al juez. Además, el autor de la grabación también ha exculpado a D. A. A. al afirmar que éste «no mató ningún lechón» y que «los que se ven en el vídeo no son los que se ven en las fotos -las incorporadas al atestado de la Guardia Civil- porque no había ninguno marcado, ni vacunado».

Según este joven, «quieren achacar los muertos a las lesiones, pero no son ellos al cien por ciento» . En este sentido, el acusado de saltar sobre las crías de cerdo ha hecho hincapié en que «los del vídeo tenían pocos días, 21, y los lechones de las fotos tienen marcas de vacunas, que se les ponen a los 50 ó 60 días. Son lechones con distinto engorde, además, no son los mismos». En cuanto a la grabación que le pidió hacer a su compañero, D. A. A. ha comentado que «le regañé y le dije que la borrase, que íbamos a tener problemas» . La Fiscalía pide para ellos dos años y medio de prisión, además de una indemnización de 4.740 euros para el propietario de la empresa Filo Porc SL, situada en el paraje El Rincón-Los Propios.

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