Uno de los gallos heridos en las peleas / ABC
Uno de los gallos heridos en las peleas / ABC
SUCESOS

Desmantelado un reñidero donde se organizaban peleas de gallos

La Guardia Civil investiga a 17 personas por la puesta en marcha de esta actividad, a la que asistían como público menores de edad

ALMERÍA Actualizado: Guardar
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Agentes de la Guardia Civil, en el marco de la operación «Galldin», han desmantelado en el término municipal de Viator un reñidero en el que se desarrollaban peleas de gallos. Fruto de esta actuación están siendo investigadas 17 personas por la organización de este tipo de combates, a las que se les imputa la presunta comisión de un delito relativo a la protección de la flora y fauna.

La investigación se puso en marcha a finales del mes de enero, después de que los efectivos de la Benemérita detectaran supuestas prácticas ilegales en una peña gallística, que cuenta con instalaciones en la localidad de Viator. Dicho lugar había sido acondicionado con galleras y cuadrilátero con gradas que sirve de reñidero.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), junto a miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) y un veterinario efectuaron una inspección en la sede social de la citada peña. Al irrumpir en el establecimiento se percataron de que se estaban llevando a cabo un combate entre dos gallos, al que asistían alrededor de 120 personas, entre las que había siete menores de edad.

En el transcurso de la inspección efectuada, los representantes del Instituto Armado localizaron en las jaulas de la gallera una treintena de animales, de los que once presentaban heridas graves. Tras ser trasladados a una clínica veterinaria, se pudo comprobar que sufrían heridas importantes al tener afectados los órganos principales y haber perdido mucha sangre. El facultativo que los reconoció determinó que eran irrecuperables, por lo que aconsejó su eutanasia para no prolongar el sufrimiento.

Ante el hallazgo, la Guardia Civil investiga al responsable de la instalación, al juez-árbitro y a los propietarios de los animales, como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la flora y la fauna.

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