Susana Díaz asegura que está «limpiando su casa» de corrupción

La corrupción volvió a ser el hilo conductor de la sesión de control al Ejecutivo, en el «cara a cara» que mantiene un jueves sí y otro no la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el portavoz del PP, Carlos Rojas, en el Parlamento. Rojas volvió a insistir en la oferta de su partido de cerrar un pacto contra la corrupción, algo que rechaza Díaz porque los andaluces «están hasta las narices de pactos» y piden acciones concretas contra esta lacra.

La presidenta recordó a Rojas que hace un año propuso un pacto de similares características al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que no obtuvo respuesta, por lo que ahora, tras emerger más casos que afectan a los populares, ya no es tiempo de pactos.

«Si quieren combatir la corrupción limpie su casa como yo estoy limipiando la mía», retó Díaz a los populares.

El portavoz del PP defendió que los ciudadanos «no están hasta las narices de pactos sino de la corrupción» y afeó a Díaz que aún no se haya recuperado ni un euro del fraude millonario de los ERE, por lo que le pidió «más seriedad y menos soberbia». Además, Rojas negó que Díaz esté limpiando el PSOE de corrupción, sino que más bien «ha metido el fraude debajo de la alfombra».

Por su parte, el portavoz de IUCA, José Antonio Castro, cargó contra la fórmula de iniciativa público-privada para la construcción de obra pública, para calificarlas de «usura financiera», aunque el grueso de su intervención se centró en la necesidad de luchar contra el fraude fiscal, que definió como una forma más de corrupción de un «sistema económico podrido».

La presidenta le replicó que en Andalucía, sobre el 10% de los impuestos sobre los que tiene competencia, se han recuperado en el segundo semestre de 2014 en la lucha contra el fraude fiscal unos 375 millones de euros, un 12,5% más que en el mismo periodo del año pasado. Por contra, añadió, el Gobierno ha recaudado un 5% menos en ese tiempo. Además, Díaz avanzó un nuevo plan de lucha contra el fraude fiscal, que calificó de «corrupción grave» y que está vinculada a las «grandes compañías multinacionales» y «grandes fortunas».