Mascotas vacunadas y desparasitadas, un seguro para el hogar

Es frecuente que los cachorros ingieran elementos extraños de todo tipo o se aficionen a degustar sus propias heces, lo que aumenta el riesgo para las personas que cohabitan con la mascota

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Carmen Aniorte

Relaciones interespecíficas: perros, gatos y otros animales de compañía en íntima convivencia con nosotros. Una realidad patente y globalizada que interesa tanto a las sociedades más primitivas como a las más ricas y tecnificadas. Resulta llamativo cómo en estas últimas, tan llenas de adelantos, comodidades y tecnificación, continúan y crecen en número los hogares en los que existe, al menos, un animal de compañía. Con frecuencia estos animales son tratados como un miembro más de la familia , no solo en el aspecto emocional sino también en lo referente a prevención de enfermedades infecto-contagiosas y parasitarias que pueden padecer, y en algunos casos transmitir al ser humano. Desparasitamos interna y externamente, además de vacunar periódicamente.

Los veterinarios actúan como garantes de la salud pública . Protegen a su mascota de importantes enfermedades víricas, parasitarias y bacterianas, muchas de las cuales pueden alcanzar extrema gravedad y una alta mortalidad (moquillo, parvovirosis, leishmaniosis, babesiosis y erliquiosis), y otras que pueden transmitirse al ser humano que cohabita (rabia, leptospirosis, tiña, ascaridiosis, hidatidosis, etc). El veterinario trabaja incansablemente para proteger la convivencia y, en definitiva, el vínculo humano-animal. Este es un hecho exponencial, la Ciencia Veterinaria no solo cura, sino que cada vez más previene a favor de una segura convivencia con nuestras mascotas.

Desparasitación interna

Con frecuencia de un mes en los cachorros , y trimestral en los adultos. En los animales jóvenes se acentúan más las conductas menos higiénicas. Es frecuente que los cachorros ingieran elementos extraños de todo tipo (síndrome del perro aspirador) e incluso se aficionen a degustar sus propias heces o las de otras especies (hábitos coprófagos). Además, husmean intensamente en un hábito natural exploratorio de su universo sensorial.

Lamen todo aquello que les resulta atractivo (muy parecido a «la fase oral» de los niños) y como resultado, se pueden contaminar con microscópicos huevos de agentes parasitarios. Dichos agentes podrían desarrollarse y completar el ciclo (hacerse adultos) en el intestino de nuestras mascotas, eliminando entonces gran cantidad de microscópicos huevos al entorno. En el ambiente, los huevos pueden ser infectantes durante largos periodos de tiempo, protegidos de la luz ultravioleta entre la hierba, tierra y areneros. El viento, la lluvia, moscas lombrices y cucarachas, entre otros, actuarán como agentes físicos y biológicos de dispersión . «De ahí la imprescindible y cívica obligatoriedad de recoger y eliminar los restos fecales de nuestras mascotas en las conocidas bolsitas y papeleras habilitadas por los Ayuntamientos. Se trata de hacer un primer corte de la cadena de transmisión en la contaminación ambiental», afirma el veterinario Javier Álvarez de la Villa del Centro Veterinario Víctor de la Serna.

Además, nos comenta que «se desparasitarán con antiparasitarios de amplio espectro a nuestras mascotas. Evitamos así un posible contagio de nematodos, tenias y cestodos». Algunos de estos nematodos, como toxocara canis podrían estar siendo menospreciados y su peligro, en infestaciones humanas, se reconoce con cierta frecuencia hoy en día. En el ser humano pueden aparecer cuadros médicos severos derivados de la migración desde el intestino al ojo, pulmones o cerebro. Echinococcus granulosus es responsable del quiste hidatídico. Dicho parásito se excreta desde su hospedador definitivo, el perro. En el ser humano podría migrar desde el intestino originando grandes estructuras quísticas en hígado, cerebro y pulmones.

En España fue antaño abundante, fundamentalmente ligada a prácticas de alimentación poco recomendables como ofrecer a los perros las vísceras de rumiantes contaminados. Actualmente, la alimentación a base de piensos y la desparasitación periódica trimestral reduce este problema a cero. Dypilidium caninum se aprecia con frecuencia como pequeñas estructuras blanquecinas a modo de «grano de arroz» que reptan y se mueven desde la región anal del perro o gato infestado. Naturalmente origina rechazo a quien lo observa y es motivo frecuente de consulta veterinaria. Normalmente en el ciclo de este parásito participan las pulgas con lo cual tendremos problemas dobles con parasitosis externas e internas coexistiendo en un solo animal. Hoy en día se le reconoce como agente zoonótico, confirmando cuadros moderados en el ser humano . Este último caso justifica la importancia de la desparasitación interna y externa combinada de manera preventiva en nuestros perros y gatos.

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Agentes como las garrapatas son también motivo de alarma . Es bien conocida su actuación como vectores transmisores de numerosas enfermedades a nuestros animales y a nosotros mismos. Las garrapatas pueden completar su ciclo alimentándose en diferentes especies animales transmitiendo así enfermedades de unos a otros. En los parajes infestados donde abundan animales de ganado o fauna salvaje, permanecen al acecho, protegidas en la vegetación. Desde allí, el perro constituye para ellas su preferencia. Si éstos están adecuadamente protegidos el problema desaparece, pudiendo ser entonces el ser humano su «segunda presa».

Enfermedades como la babesiosis, erliquiosis o borreliosis, FBM (fiebre botonosa mediterránea), pueden llegar a producir cuadros complicados y graves. Por suerte, además de los conocidos insecticidas, collares y pipetas, ha aparecido una nueva familia de fármacos cuya eficacia se acerca al 100%: las isoxazolinas. «Administradas en forma de comprimidos orales, protegerán a nuestros perros durante los periodos cálidos de actividad. Son fármacos totalmente seguros, inocuos, eficaces, cómodos y con una duración desde 35 a 90 días. Además el espectro de acción es amplio (garrapatas, demódex, pulgas, piojos, etc.) La prevención de endo y ectoparásitos es esencial para la tenencia segura y responsable de nuestros animales de compañía. Podríamos acuñar la frase “protegiéndolos a ellos, nos protegemos también a nosotros”», comenta Javier Álvarez de la Villa.

Estar al día con las vacunas

La vacunación sigue la misma filosofía. No cabe la confianza hablando de virosis tan letales y nocivas como la rabia. Así, la situación en España como «país libre de rabia» se debe a un esfuerzo integrado de las autoridades sanitarias y veterinarias en su conjunto. El control oficial y documentado en las fronteras constatando que los perros que entran están al día en su vacunación antirrábica y libres de enfermedades infecto-contagiosas , además de la revacunación anual obligatoria, son imprescindibles y artífices del estatus como «país libre de rabia urbana y salvaje» que ostenta España.

Enfermedades víricas y bacterianas que afectan a nuestros animales de compañía como el moquillo canino, la parvovirosis, la panleucopenia, leptospirosis, la leishmaniosis, la hepatitis y otras, conforman una larga lista de riesgos para nuestras mascotas, y a veces nosotros mismos y sin embargo, por fortuna, su prevención es realmente simple y altamente eficaz : seguir un adecuado protocolo vacunal. Hemos expuesto como perros y gatos son susceptibles de padecer enfermedades infecto contagiosas y parasitarias. Los agentes parecen estar al acecho y compenetrados, para poner en marcha sofisticados mecanismos patogenicos. Nos encantan nuestros animales de compañía, los vacunamos, los desparasitamos y así, se integran con seguridad en nuestros hogares y familias.

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