Prohibido regar y usar más de 200 litros de agua al día por persona

200 litros por habitante

En la provincia de Toledo ya se han tomado decisiones para limitar el consumo humano en la comarca de los Montes de Toledo. Desde ayer (por hoy) el consumo máximo por habitante y día es de 200 litros en los diez municipios que integran la Mancomunidad Cabeza del Torcón y que suman algo más de 15.000 habitantes. Así se acordó en un pleno celebrado el pasado jueves y esa cantidad no se podrá sobrepasar mientras no cambien las condiciones climatológicas, informa Mercedes Vega.

Según informa el presidente de la Mancomunidad Cabeza del Torcón y alcalde de Cuerva, Víctor Cerezo, el embalse del Torcón II, del que se abastecen Casasbuenas, Cuerva, Gálvez, Menasalbas, Noez, Pulgar, San Pablo de los Montes, San Martín de Montalbán, Totanés y Las Ventas con Peña Aguilera, tiene agua almacenada para un máximo de 86 días, hasta finales de enero (está al 20 por ciento de su capacidad). «Si no se produce un cambio importante en las próximas semanas, las restricciones continuarían», explica Víctor Cerezo . Ya el pasado mes de agosto la mancomunidad prohibió el uso de agua potable en las explotaciones ganaderas y agrícolas de estos diez municipios, una zona con un censo que ronda las 40.000 cabezas de bovino , un 21% de las explotaciones de la provincia de Toledo.

Vigo, en alerta roja

La falta de lluvias y el descenso del nivel de los ríos y los embalses gallegos durante los últimos meses ha hecho saltar las alarmas en algunas de las principales ciudades de Galicia. Es el caso de Vigo, donde hace apenas quince días el Ayuntamiento activaba el Plan de Emergencia Municipal por situación de sequía al detectar que en los embalses que abastecen a la urbe más poblada de Galicia solo quedan reservas hídricas para poco más de cien días, informa Zoraida Rial.

De acuerdo con el citado plan municipal, en esta fase de alerta se tomarán medidas como la supresión de riegos y baldeos, purgas en la red o se recomendará evitar el llenado de piscinas. Además, se promoverán campañas informativas para que los vecinos realicen «no solo un consumo responsable de agua», sino para que intenten poner en marcha un «ahorro real» en su actividad diaria.

Pese a las lluvias registradas durante los últimos días, desde el consistorio vigués afirman que la situación «no ha cambiado», por lo que estas recomendaciones seguirán vigentes hasta que se experimente una mejora palpable. De hecho, el alcalde de Vigo, Abel Caballero , ha remitido una carta a más de una decena de municipios limítrofes pidiendo que implementen también medidas de este tipo de cara a favorecer el ahorro de agua.

No obstante, Vigo no es la única ciudad gallega afectada por la situación de sequía. A comienzos de octubre era el ayuntamiento de Orense el que anunciaba medidas especiales ante la escasez de lluvias. En concreto, se acordó suprimir el flujo continuo de agua en fuentes ornamentales, se apostó por la reducción de riego de jardines y calles e incluso se acordó con la empresa concesionaria del servicio de abastecimiento una reducción de la presión bombeada en algunas zonas de la ciudad y en algunos tramos horarios, especialmente de madrugada. A través de estas medidas, el consistorio orensano espera ahorrar más de 2.500 litros diarios.

Media Galicia permanece desde principios del pasado mes de octubre en situación de alerta por sequía. Según los datos que maneja la Xunta, la comunidad gallega viene de dejar atrás un año hidrológico con un 30% menos de lluvia , por lo que advierten de que un mes de noviembre con un nivel de precipitaciones «normal» no va a mejorar sustancialmente la situación, aunque sí puede suponer un cambio de tendencia. En todo caso, las medidas implementadas hasta el momento por los municipios más afectados no han supuesto el corte del suministro en domicilios y el Gobierno gallego no prevé llegar a ese extremo, al menos, a corto plazo.

Preocupación masiva, aunque no llega al grifo en Castilla y León

Con los 18 embalses que gestiona la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) al 18,9 por ciento de su capacidad y tan sólo 544,7 hectómetros cúbicos de agua almacenados de los 2.877,5 para los que tienen capacidad (el año pasado por estas fechas tenían más del doble), la preocupación se extiende por Castilla y León, aunque por el momento las restricciones no han llegado a los grifos de las grandes ciudades. Eso sí, continúan siendo decenas los pequeños pueblos que necesitan ser abastecidos por cisternas ante la escasez de sus pozos o los problemas de arsénico o nitratos agravados por la sequía. Aún así, hay capitales que han decidido dar un paso al frente «en previsión por la falta de lluvias», informa Isabel Jimeno.

Es el caso de Ávila, cuyo Ayuntamiento acordó la semana pasada suspender totalmente los riegos de las zonas ajardinadas y la «puesta en marcha inmediata» de la captación procedente de los sondeos del Soto, de modo que permita aliviar y reducir la procedente del embalse de Serones, principal suministrador de la ciudad amurallada, con dos hectómetros cúbicos de los seis posibles. Todo «con el fin de reforzar el abastecimiento» , pues si bien de momento está garantizado, de agudizarse la situación únicamente hay reservas para seis meses.

Aunque el punto más «crítico» es sitúa en la localidad leonesa de Astorga. Por el momento abrir el grifo no tiene limitaciones, aunque sí se han visto afectados otros usos, como el riego. El embalse de Villameca está al 11,6%, con 2,3 hectómetros cúbicos, y eso garantizaría reservas hasta febrero. Así que ya se están estudiando alternativas, como habilitar o realizar alguna perforación que evite las restricciones a esta población de algo más de 11.000 habitantes.

Lo que ya no es posibles es el riego a través de aguas superficiales. Acabó, como cada año, con el fin del año hidrológico, el 30 de septiembre, informa