Santiago Martín

Las otras dictaduras

Acusan a Trump de ser un dictador. Pero, mientras tanto, hay dictaduras que extienden su manto sobre países oficialmente libres y de éstas no se dice nada.

Santiago Martín
Madrid Actualizado: Guardar
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El mundo parece estar muy entretenido con las cosas que hace cada día el presidente norteamericano, desde sacar a su país de un tratado comercial internacional a construir un muro de varios miles de kilómetros. Eso sí, quizá porque no esté acostumbrado a que los políticos cumplan sus promesas, no se fijan en que todo eso forma parte de lo que dijo que iba a hacer y para lo cual fue votado por los que le dieron su apoyo. El mundo tampoco parece fijarse en otras cosas, como que ha suprimido la financiación al aborto que se hace fuera de Estados Unidos con dinero público de ese país. O que ha puesto la proa contra la ideología de género y va a hacerle frente dentro y fuera de sus fronteras.

El mundo quizá no se entera, pero algunos sí lo están haciendo y están muy preocupados. Entre otras cosas, porque se les termina el negocio, como a Planned Parenthood, la multinacional abortista. Otros, que no sé si se enteran o no, deberían hacerlo, porque su imperio dictatorial quizá tenga los días contados. Me refiero, por ejemplo y no sólo a ellos, a los políticos que gobiernan en la Comunidad Valenciana y que han amenazado con el cierre de todos los colegios que no apliquen y enseñen la ideología de género. El arzobispo de Valencia, cardenal Cañizares, se ha enfrentado abiertamente a estas pretensiones -por cierto, no demasiado acompañado por sus colegas, como si lo que allí sucede no fuera con ellos o no les pudiera pasar lo mismo en el futuro-, y no ha dudado en calificar de atentado contra la libertad a esa imposición.

Acusan a Trump de ser un dictador porque, dicen, ataca los principios en los que se basa la democracia. Pero, mientras tanto, hay dictaduras que extienden su manto sobre países oficialmente libres y de éstas no se dice nada. Eso de que «es bueno que haya niños para que carguen con las culpas», se puede aplicar ahora a Trump -aunque éste de niño no tenga nada-. Deben pensar que es bueno que esté Trump para distraer la atención y así poder seguir implantado sus dictaduras de forma impune. Lo malo es que éstas nos pillan más cerca.

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