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Guerra de las sombrillas en las playas españolas

Pasar un día en la playa puede ser el mejor plan para disfrutar de las vacaciones de verano. Sin embargo, hay que tener en cuenta las múltiples normas que regulan el uso de este espacio público por excelencia en el tiempo estival. Aunque la utilización de las playas viene recogida de forma general para todo el territorio español en la Ley de Costas, cada municipio puede aprobar sus propias ordenanzas para regular de forma más detallada el uso y disfrute de estos espacios litorales. La lista de prohibiciones es de lo más variopinta. En algunas se prohíbe plantar la sombrilla a las ocho de la mañana y en otras no está permitido jugar a las palas o al frisbi

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  1. Veto a la música en Galicia

    Vista de la playa de Samil, en Vigo - EFE

    La manga ancha no reina en los arenales gallegos. De ello se encargan las ordenanzas municipales de los ayuntamientos, como el de Ferrol, que prohíbe expresamente la «evacuación fisiológica» de los bañistas en el mar o en la playa. Ni aprovechar la presencia en el agua para recurrir al gel, o el champú, para darse una ducha. Asimismo, el consistorio ferrolano censura en su normativa la vieja costumbre de dejar sombrillas o cualquier otro elemento para reservar un lugar en la orilla.

    En la localidad pontevedresa de Cangas, en el litoral de las Rías Baixas, valoran además la capacidad de mojar los pies en el mar sin la necesidad de sortear el clásico partido de fútbol entre amigos, una actividad musical y demás eventos lúdicos. Su regulación limita este abanico de actividades y todas aquellas «que puedan molestar a los usuarios». Siguiendo la misma línea de costa, a unos kilómetros de distancia, en Bueu el ayuntamiento prohíbe activar «aparatos de radio» o «instrumentos musicales» que puedan interrumpir el descanso de los ciudadanos. Lo mismo sucede en Carnota, uno de los corazones de la Costa da Morte, donde además se considera como infracción leve la venta ambulante de productos sin autorización oficial.

    Por lo demás, el veto a la cocina, la acampada o la presencia de animales durante la temporada de baño es compartido en la mayoría de las setecientas playas de Galicia, informa Mario Nespereira, corresponsal de ABC en Cantabria.

  2. En Cataluña no se puede tener sexo

    Playa de Levante del municipio de Salou, en Tarragona
    Playa de Levante del municipio de Salou, en Tarragona - EFE

    En Cataluña, como cuenta la periodista de ABC Anna Cabeza, los ayuntamientos costeros no han tenido especiales problemas con las sombrillas y tumbonas en las playas —ya que las normativas municipales ponen coto a sus límites— y sí que preocuan especialmente los problemas derivados del incivismo de una parte de los turistas. Así, por ejemplo, existe mano dura de manera generalizada con quienes se pretenden asear con jabón en las duchas, o en el mar o con quienes pretenden realizar barbacoas o picnics con mesas y sillas sin autorización previa

    Además, en Tossa de Mar (Gerona) prohibieron desde 2009 las prácticas sexuales en plena arena, una medida por la que se llegaron a convocar manifestaciones y crearon grupos de Facebook de rechazo. Las parejas «cazadas» se exponen a multas de más de 1.500 euros. En este mismo municipio, la normativa tampoco permite.

    Otra de las sanciones más peculiares en territorio catalán es la multa por ir con el torso desnudo. En Barcelona, donde la masificación turística es cada vez más evidente, pero también en municipios costeros como Lloret de Mar (Gerona) o Salou (Tarragona), por ejemplo, existen multas de hasta para los bañistas que van semidesnudos más allá de la playa o el paseo Marítimo.

  3. Comunidad Valenciana: multas por guardar el sitio

    Playa del Cura en Torrevieja (Alicante)
    Playa del Cura en Torrevieja (Alicante) - J.C. SOLER

    En Comunidad Valenciana, la pugna entre los bañistas por lograr un lugar privilegiado para pasar un día de playa puede resultar muy cara si, por ejemplo, se coloca una sombrilla a menos de seis metros del mar para reservar sitio en la localidad valenciana de Cullera, donde las multas oscilan entre los 750 y los 3.000 euros.

    En este municipio, el Ayuntamiento ha puesto en marcha servicios de alquiler de tumbonas a través de una concesión a empresas privadas con el objetivo de preservar un «turismo de calidad» y evitar imágenes de bañistas a la carrera a primera hora de la mañana. Al margen de prohibir la reserva de espacios, la regulación municipal impide situarse delante de las zonas privadas de alquiler de hamacas, colocadas a seis metros de la orilla.

    Más al sur de la provincia de Valencia, en Gandía los operarios municipales y agentes tienen la potestad de retirar todos los parasoles, hamacas, sillas y otros elementos que los usuarios colocan en la primera línea de playa antes de las ocho de la mañana para reservar sitio.

    De acuerdo con fuentes del Ayuntamiento de Gandía, la medida, prevista en la ordenanza municipal, «pretende agilizar los trabajos de limpieza que llevan a cabo diariamente los operarios municipales para dejar la playa en las mejores condiciones posibles».

    Desde el gobierno municipal, se recuerda que este tipo de actitudes están consideradas como «falta leve» y pueden comportar una multa que asciende hasta los 750 euros.

    En la provincia de Alicante, la Ordenanza Municipal de Uso Público de Playas de Torrevieja penaliza «dejar instalados parasoles totalmente diáfanos en sus laterales, sombrillas, sillas, mesas o cualquier otro complemento, siempre que no se encuentren presentes sus propietarios, por el solo hecho de tener reservado un espacio en la playa». El Ayuntamiento ha impuesto multas de 150 euros por incumplir una norma que pretende evitar la «privatización» de la playa.

    Sin embargo, no todos los grandes destinos turísiticos tiene regulada la «guerra de sombrillas». En Benidorm no existe una regulación que penalice a quienes reservan su sitio en sus concurridas playas. A pesar de que el pleno municipal acordó estudiar a situación, el verano ha llegado sin que se hayan acordado medidas para evitar las trifulcas entre los turistas más madrugadores. Unas discusiones que figuran en partes elaborados por la policía que revelan la existencia de un problema que se repite año tras año.

    En ese sentido, desde el grupo de Compromís se insiste en la necesidad de que el Ayuntamiento modifique la ordenanza municipal, cuenta para ABC desde Valencia Alberto Caparrós.

  4. País Vasco: una región diferente

    Aglomeraciones en la Playa de La Concha, en San Sebastián, por el calor
    Aglomeraciones en la Playa de La Concha, en San Sebastián, por el calor - EFE

    Como asegura para ABC el corresponsal del periódico en Bilbao, Adrián Mateos, el día a día de la mayoría de las costas vascas dista bastante del de otras zonas del país. El clima es menos estable, lo cual influye directamente en el turismo de playa. Problemas como los que se han producido en el municipio valenciano de Cullera con las sombrillas son impensables en Euskadi, donde muchos ayuntamientos ni siquiera han establecido una normativa al respecto. Ejemplo de ello es el municipio de Guecho, en Vizcaya, donde no existe ordenanza: «En nuestras playas no pasa como en el levante –apuntan desde el Consorcio–. Aquí, para las veces que sale el sol…».

    Sí está más regularizada la playa de La Concha, en San Sebastián, cuya normativa establece, entre otras disposiciones, que está prohibido «lavarse en el agua del mar utilizando jabón, gel o champú o cualquier otro producto similar». Asimismo, tampoco está permitida la «evacuación fisiológica» en la playa: «Toda acción u omisión que sea constitutiva de infracción será sancionada con la multa que proceda en atención a su mayor o menor gravedad», advierte el código.

    En concreto, la ordenanza municipal estipula que las sanciones pueden variar entre los 50 y los 3.000 euros, si bien la máxima cuantía está reservada para personas que hayan cometido infracciones «muy graves» como alquilar parasoles a otros usuarios o destruir mobiliario. Entre las faltas leves se encuentran, entre otras acciones, el estacionamiento no autorizado de vehículos y la práctica del deporte fuera de los lugares destinados a ello.

  5. Baleares y su lucha contra el «botellón» y el «balconing»

    Bañistas disfrutan en una playa de Ibiza
    Bañistas disfrutan en una playa de Ibiza - AFP

    En los dos principales núcleos turísticos de Mallorca, que son Magaluf en Calviá y la Playa de Palma en la capital balear, se aplican unas ordenanzas cívicas muy genéricas, ya que su principal objetivo es impedir malos comportamientos no sólo en las playas, sino también en la vía pública, en los hoteles o en los establecimientos de ocio. Además, tanto en el consistorio de Calviá como en el de Palma dos de las prioridades esenciales son hoy evitar en lo posible nuevos casos de «balconing» y la celebración de «botellones». En cuanto a los municipios de Ibiza, el criterio de actuación que se sigue en la actualidad va también en esa misma línea de prevención.

    En cualquier caso, en la denominada Ordenanza municipal para el fomento de la convivencia de Calviá sí hay algunas referencias concretas a las playas. Así, por ejemplo, cuando se señala que se considera falta leve que haya perros, gatos o cualquier animal doméstico en playas y piscinas públicas entre el 1 de mayo y el 31 de octubre. La sanción que se impone en esos casos es de 100 euros. Además, se considera falta grave, multada con 600 euros, que se incumplan las indicaciones dadas sobre las condiciones y los lugares de baño.

    Por lo que respecta a Palma, la actual normativa municipal prohíbe, por ejemplo, transportar vidrio a las playas o encender fuego en la arena. Tampoco se permite que los perros vayan sueltos o que se bañen en el mar, con la excepción de la zona de Es Carnatge, en donde dichas mascotas sí pueden nadar libremente.

    Por otra parte, el consistorio palmesano pondrá en marcha este verano una campaña en la que, con la colaboración del Govern, se actuará contra la venta de alcohol en cubos y se controlará también el suministro de hielo. En estos últimos años, está siendo una práctica cada vez más habitual en la Playa de Palma que grupos de jóvenes beban alcohol en grandes cubos utilizando pajitas, con el riesgo de posibles borracheras o de molestias a las familias que acuden a la zona, informa Josep María Aguiló, corresponsal de ABC en Baleares.

  6. Región de Murcia: las controvertidas normas de San Pedro de Pinatar

    Playa de La Manga, en Murcia
    Playa de La Manga, en Murcia - J.C. SOLER

    Los policías locales del municipio murciano de San Pedro del Pinatar patrullan desde principios de este mes por la media docena de playas de su litoral para informar —sin multar— a los bañistas de algunas conductas que serán sancionables a partir del día 24, cuando entre en vigor la nueva ordenanza municipal.

    Entre las infracciones nuevas, está causando sorpresa que entre los turistas que no se va a permitir el nudismo —que se viene practicando desde hace décadas en dos de las playas— y que se va a vigilar si alguien orina, lo que a priori parece colocar en el disparadero a los niños, ya que son los únicos a quienes se les puede ver, sobre todo, bebés ayudados por sus progenitores en las orillas.

    Las sanciones van desde los 750 a los 3.000 euros, también por llevar perros a la playa, por poner la música a mucho volumen o incluso jugar a la pelota o a las palas, si se molesta al prójimo. Y, como en otros destinos turísticos, no se permitirá tampoco reservar sitio en la arena, explica en ABC José Luis Fernández Rodrigo.

  7. Asturias: multas por bañarse con bandera roja

    Playa de San Lorenzo de Gijón, en Asturias
    Playa de San Lorenzo de Gijón, en Asturias - EFE

    Las playas de Asturias, de libre acceso para cualquier usuario humano, restringen sin embargo el acceso de mascotas durante la temporada de baño, algo que ha generado mucha controversia en los últimos años. A día de hoy, se permite acceder con ellas a las costas de Rinconín, en Gijón; el Playón de Bayas; y la Cala Saliencia de Cudillero. Además, se desautoriza la práctica del nudismo en la mayoría de áreas costeras, salvo en algunas como la Playa de Oleiros, en Cudillero, pero que tampoco está exclusivamente destinada a este uso. Está prohibido, asimismo, ducharse en las playas con gel y champú y arrojar desperdicios al agua, así como orinar.

    Aparte de ello, no se puede urbanizar o realizar modificaciones en las áreas cercanas a las playas de San Juan de la Arena, por los espacios de dunas naturales ubicados en la zona. También hay que destacar que las costas asturianas tienen en su mayoría situación de bandera amarilla o roja. A este respecto, se considera una infracción grave bañarse con bandera roja y hacerlo podría conllevar una multa de hasta 600 euros, informa Alex Jiménez.

  8. Andalucía: Prohibido jugar a la pelota y al frisbi en algunas playas

    Un hombre lee el periódico en una playa de Málaga
    Un hombre lee el periódico en una playa de Málaga - EFE

    Como informa desde Andalucía para ABC Francis Mármol, en las playas de Málaga capital están prohibidos los juegos en la arena y baño que puedan molestar a los demás usuarios de la playa así como el uso de aparatos de música que molesten a los vecinos de toalla. Tampoco se permite la salida de embarcaciones de recreo, hidropedales o motos acuáticas, por las zonas habilitadas a más de tres nudos, recibir publicidad de ningún tipo, ni siquiera desde avioneta o lavarse con gel o champú en las duchas y mar.

    En Marbella hacen hincapié en la no tenencia de animales domésticos, o no, en la playa en temporada de baño. Están prohibidos los masajes remunerados o ejercitarse en el surf, wind o body en la zona de bañistas. En el colmo del puntillismo se exige a los explotadores de hamacas que los parasoles superiores deben estar pintados al agua de blanco, azul o verde. Con una sombrilla de esparto y con una mesita circular de 40 centímetros en el mastil del parasol.

    En Tarifa imponen multas de 60 euros por jugar a la pelota o el frisbi en zonas no acotadas. O por hacer wind surf a menos de 200 metros de la orilla y no usar calles habitaladas para entradas y salidas de los practicantes de este deporte. Tampoco dejan montar tiendas de campaña, ni estructuras de lona y demás habitáculos cualesquiera que fuesen sus materiales y formas sopena de 60 euros de multa.

    En Cádiz capital está prohibido el abandono de enseres voluminosos, como las sillas, así como el uso de bengalas y pirotecnica. Además, queda prohibida la pesca desde las 8 a las 22 horas en temporada de baño y marisqueo durante todo el año.

    En Punta Umbría, Huelva, los bañistas tienen el derecho a ser informados del estado de las condiciones higiénico sanitarias de la playa si lo solicitan, deben cerrar la tapa del contenedor y verter residuos siempre en bolsas cerradas.

    En Salobreña, Granada, tienen prohibido la permanencia de sombrillas de un día para otro y si son requisadas por la autoridad tienen 14 días para reclamarlas o son 'invitados' a pagar 30 euros por recuperarlas. En la misma provincia, en Motril, se prohíbe la entrada o salida del mar con fusil de pescada submarina cargado o transitar por la arena con caballos.

    En Vera, Almería, en el espacio protegido de La Laguna está prohibido hasta el baño y mucho más la pesca y en Almería capital no están permitidas las acampadas así como no hacer ruidos excesivos hasta en segunda línea de playa.

  9. Sin ordenanzas restrictivas en Canarias

    J.L. Jiménez informa de que en las islas Canarias se gobierna para el turista. Y, como el turista viene de Europa occidental desde hace muchos años, en el archipiélago se practican una serie de costumbres no restrictivas. En las islas se hacía nudismo en la época en la que en la Peninsular. Por ejemplo: el nudismo está permitido lo que no significa que esté autorizado. Y, como eso, jugar a las palas. ¿Está prohibido hacer surf en playas con olas donde no se realicen prácticas deportivas? Sí; pero está permitido. Claro, también fue el primer lugar de España donde se comenzó a practicar el surf por turistas norteamericanos.

    En Canarias, lo más exótico en los últimos años ha sido prohibir fumar en determinadas zonas de las playas de Mogán, en el sur de Gran Canaria, y en Arrecife de Lanzarote. La Dirección General de Salud Pública del Gobierno regional está intentando crear una red de playas donde no se permite fumar. De otro hay una playa en el norte de Gran Canaria, la playa de Sardina, donde no hay cobertura de móviles. Es decir: a nadie le molesta el sonido de llegada de mensajes de WhatsApp mientras se toma el sol o nadie se pone a escuchar reggaeton con el altavoz del móvil, que tampoco está autorizado pero está igualmente permitido. Los canarios, para los temas de la playa, aplican su lógica.

  10. Mascotas prohibidas en San Vicente de la Barquera

    El Ayuntamiento de San Vicente de la Barquera, en Cantabria, ha prohibido la presencia de animales en las playas del municipio durante temporada de baño, informa L. Daniele.

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