Una niña transporta agua en Etiopía
Una niña transporta agua en Etiopía - AUARA

Los dos españoles que quieren dar de beber al mundo

Bajo el nombre de «Auara», Antonio Espinosa y Pablo Urbano han creado una empresa social que venderá agua en España y destinará todos los dividendos a proyectos de cooperación

Madrid Actualizado: Guardar
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En Etiopía hay toda una geografía de pozos estropeados. Lo han constatado dos jóvenes españoles, Antonio Espinosa y Pablo Urbano. Son pozos cuya construcción cuesta unos 20.000 euros cada uno, pero cuyo arreglo apenas supone unos 1.000. El problema, dicen, es que tras instalarlos muchas ONGs no hacen un seguimiento de estos proyectos. No queda nadie allí. Y pese a quela inversión está hecha, las infraestructuras hoy son inservibles. Y pasa en Camboya, en Kenia, en República Centroafricana...

Espinosa y Urbano tienen experiencia como cooperantes y como trabajadores en el mundo empresarial. Hace dos años decidieron crear una «empresa social» basada en el agua: « Auara» será la marca con la que comercialicen desde marzo sus botellas, pero la diferencia de ésta con otras empresas es que sus dividendos íntegros irán a parar a proyectos sociales, además de fijar una escala proporcional (y pública) entre el sueldo más alto y más bajo.

En cuanto tengan beneficios —hoy ellos ni siquiera cobran— comenzará la reparación de esos pozos que han quedado abandonados en regiones en las que beber agua limpia es un lujo. «Cada día se mueren 2.000 niños por consumir agua en mal estado», dice Espinosa. Su objetivo no se reduce al acceso al agua potable. También se enfocarán en proyectos de canalización, filtración, saneamiento y agricultura «porque si no hay agua, hay hambruna».

«Lo que no vamos a hacer es financiar la estructura de ninguna ONG. Nosotros no hacemos donaciones para que ellas gestionen el dinero, sino que nos presentan los proyectos, nosotros los evaluamos y aquellos que nos parecen buenos o están mejor enfocados, vamos con ellos», explica Espinosa. En su página web ya se pueden encontrar los primeros —aunque siguen estudiando otras colaboraciones— como en Roka (Camboya), donde 277 personas están diagnosticadas con VIH después de que el curandero local hiciera un mal uso del material sanitario, según las autoridades. El proyecto seleccionado por Auara consiste en instalar cuatro tanques para abastecer al centro sanitario de agua en buenas condiciones. El presupuesto es de 5.357 euros.

Los dos fundadores de Auara tienen claro que para que los proyectos salgan adelante no solo necesitan que la ONG esté establecida en el territorio (para que haya un seguimiento), sino que la población local esté implicada. «Tienen que aportar un 5 por ciento del proyecto, puede ser de forma monetaria o puede ser a través de una cesión de la tierra o de su trabajo». Creen que, de esta forma, conseguirán que con el paso del tiempo cuiden las instalaciones y las sientan como algo propio.

Profesionalizar la cooperación

«Falta entender que los proyectos sociales y de cooperación hay que tomárselos y gestionarlos con la misma profesionalidad que una empresa», critica Espinosa. Los dos emprendedores abogan por la profesionalización del tercer sector y piden que se establezca una figura específica de empresa social. «Nos hemos tenido que establecer como una Sociedad Limitada, sin fiscalidad favorable», dicen.

El precio de la botella será similar al de sus competidoras y, aunque reconocen que su plan de negocio es bastante ajustado y que el mercado del agua embotellada en España es muy duro, quieren que un acto «tan cotidiano como beber agua» se convierta «en un buen acto». Sus objetivos para 2020 hablan por sí mismos: asegurar el agua potable a 50.000 personas, dejar de emplear 10 millones de litros de petróleo en PET, invertir 2,5 millones de euros en proyectos sociales, reutilizar el plásticos de 90 millones de botellas y concienciar de la crisis del agua. «Aquí nadie se va a hacer millonario, porque es imposible. Pero para quien quiera un trabajo que responda a una vocación de servicio social es una alternativa muy buena».

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