Consejos para despedir el año corriendo una San Silvestre

El 31 de diciembre despediremos 2015 atragantándonos con las uvas a las doce de la noche. Pero unas horas antes de que una buena parte de los españoles se haga un lío con los cuartos y las campanadas, otro buen número de conciudadanos ya habrá rendido su particular homenaje al año saliente con una tradición in crescendo: participar en una carrera popular urbana el día de San Silvestre.

Desde que el último día de 1925 se corrió en Sao Paulo (Brasil) la que es considerada como la primera San Silvestre, decenas de ciudades y centenares de miles de corredores se ha ido sumando a esta costumbre mitad evento deportivo, mitad fiesta popular. Y no siempre con la preparación debida.

En nuestro país, la San Silvestre vallecana es la más antigua y conocida. Pero junto a la madrileña conviven otras carreras de solera, como la Cursa dels Nassos de Barcelona, San Silbestre Krossa de Beasain (Guipúzcoa) o las de Crevillente (Alicante) o Valencia. Cada una con su propia distancia, que está en torno a los 10 kilómetros. Algo que no supone ningún reto épico pero que tampoco hay que menospreciar.

«Cualquier persona con una salud normal puede hacerlo», explica a ABC Luis Miguel Martín Berlanas, plusmarquista de 3.000 metros obstáculos y actual responsable de fondo del Comité Técnico de la Real Federación Española de Atletismo. Pero el primer consejo que da Martín Berlanas es «prepararse correctamente, cada uno a su nivel, al menos tres meses antes».

Si no se ha corrido nunca, la jefa del Servicio de Cardiología del Centro de Medicina del Consejo Superior de Deportes, Araceli Boraita Pérez, recomienda además realizarse un chequeo médico «para descartar que pueda haber cardiopatías ocultas que nunca hayan dado síntomas. Quitando eso, correr es bueno, sin dudarlo; el sedentarismo es lo que mata», concluye tajante Boraita.

Para quien ya tenga la costumbre de correr un par de días a la semana apenas hay que añadir mucho más esfuerzo. Martín Berlanas aconseja tres días de entrenamiento semanales. «Uno para trabajar el estímulo cardiovascular con sucesivos cambios de ritmo o con repeticiones de distancias cortas; otro para hacer un rodaje largo de 10 a 12 km y un tercero para trabajar en el gimnasio la fuerza».

Entrenamiento «invisible»

Lo siguiente a tener en cuenta sería lo que los atletas denominan «el entrenamiento invisible», el descanso. «Esta es la parte que, por el trabajo y la familia, puede descuidar más el corredor amateur. Y es muy importante», asegura Martín Berlanas, que recomienda estar atento a señales de fatiga, como la dificultad para conciliar el sueño o los dolores que se prolongan más allá de los cuatro días de media de unas agujetas. «Si hay síntomas de sobreentrenamiento, lo mejor es descansar para evitar lesiones que den al traste con todo el trabajo realizado», dice este experimentado atleta.

Saber interpretar los mensajes que nos envía nuestro cuerpo es crucial durante los entrenamientos y también en la propia San Silvestre. Se trata de disfrutar, no de sufrir. La respiración no debe ser acelerada durante la carrera «pero tampoco hay que mantener una conversación durante los 10 km» bromea Martín Berlanas.

El último de los puntos a tener en cuenta antes de calzarse las zapatillas es el de la alimentación. Cada estómago es un mundo, pero la sensatez aconseja no experimentar nuevos universos gastronómicos a unos dias de la carrera ni abusar de comidas pesadas justo antes de la SanSilvestre. Lo mejor es comer frugal ese día, «porque en 10 km no vas a vaciarte», dice Martín Berlanas.

Los hidratos de carbono de la pasta, el arroz y la fruta son buenos aliados, al igual que el agua y los zumos naturales para mantener una correcta hidratación antes, durante y después de la San Silvestre.