La carabela portuguesa, ¿es una medusa?

Los investigadores aseguran que existe la probabilidad de que este verano quede alguna colonia de carabela portuguesa circulando por el Mediterráneo

EFE
Araceli Acosta

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La carabela portuguesa (Physalia physalis) no es una medusa en sí, aunque como las medusas pertenece al grupo de los cnidarios. Mientras la medusa posee una estructura similar a una campana con tentáculos y se desplaza sumergida con contracciones rítmicas aprovechando el agua marina como propulsor, la carabela tiene una especie de vejiga color violáceo con gas en su interior que le permite flotar en superficie, donde se mueve arrastrada por los vientos o las corrientes marinas.

Se trata de una colonia de organismos, el flotador es uno de ellos, y de él cuelgan organismos que están dedicados a cazar, otros a reproducirse y otros a alimentarse. La colonia no sobrevive sin el neumatóforo (el flotador), pero hasta que éste no se desinfla, por la falta de contacto con el agua, la colonia es operativa, puede aguantar hasta seis horas.

Su picadura tiene diez veces más virulencia que la de una medusa, aunque también es cierto que se puede ver más fácilmente que éstas. En este sentido, los expertos desaconsejan el uso de redes fijas balizadas que en algunos lugares se usan para evitar que lleguen a las playas. Además de tener un impacto ecológico negativo, pues además de las medusas atrapan otras especies, dejan escapar pedazos que son igual de activos en cuanto a su poder urticante, pero se detectan con mayor dificultad.

Aunque el veneno de la carabela portuguesa es muy potente, no es necesariamente mortal. Puede provocar la muerte de una persona si ésta es muy alérgica, como se puede ser a las avispas, por ejemplo, o si se trata de un niño o una persona con salud debilitada. En agosto de 2010 una mujer murió en Cerdeña por la picadura de una carabela portuguesa, siendo la primera muerte registrada por una medusa en el Mediterráneo. En nuestras latitudes no hay medusas mortales, esas están en los trópicos, en Hawai, en Australia…, explica Laura Prieto, investigadora del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, perteneciente al CSIC.

La única medida posible contra ellas es vigilar las playas y, si se detectan ejemplares, colocar la bandera roja para que la gente no se bañe. Los ayuntamientos costeros en España tienen planes para alertar a los servicios de salvamento y socorrismo en caso de que se detecten bancos de medusas. En el Instituto de Ecología Litoral, en El Campello (Alicante), elaboran en verano un boletín donde, «en función de las observaciones que hacemos y de las previsiones meteorológicas, informamos a los ayuntamientos de la probabilidad de llegada de medusas , para que ellos alerten a los servicios de salvamento», explica su director científico, Gabriel Soler. Ante la presencia de un banco importante lo que hay que hacer es cerrar la playa hasta que esa situación meteorológica, que suele ser breve, cambie, y se pueda volver la gente a bañar, explica.

No es invulnerable, porque tiene su depredador, que son las tortugas marinas , que se alimentan de ella porque son inmunes a su toxina.

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