El virus de las paperas que ha dejado a Neymar fuera de juego

Paperas es el nombre con el que se conoce a una enfermedad contagiosa que se propaga con facilidad a través de la tos y los estornudos, o a través del contacto de artículos impregnados de saliva.

Los síntomas más típicos que suele causar son dolor facial, fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, inflamación de las glándulas parótidas (las glándulas salivales más grandes, localizadas entre el oído y la mandíbula) e inflamación de las sienes o mandíbula (área temporomandibular).

El problema es que puede causar cuadros respiratorios neumónicos que se pueden complicar dando paso a infecciones bacterianas secundarias, cuadros nerviosos y en ocasiones digestivos. Incluso puede afectar a otros órganos, fundamentalmente los reproductivos, y con menos probabilidad al cerebro.

El mejor remedio: el reposo

«La fuerza física, el tono muscular y la capacidad de asumir ejercicio tarda unas cuatro semanas en recuperarse», señala a Efe José María Molero, el representante del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria

(SEMFYC).

Según explica, el virus se expulsa a través de las vías respiratorias durante diez o doce días, por lo que es importante permanecer en el domicilio ese tiempo para evitar contagios. Por ello, esta dolencia impedirá al delantero brasileño del Barcelona, Neymar da Silva, disputar el encuentro de la Supercopa de Europa contra el Sevilla el próximo martes en la capital georgiana de Tiflis, según ha anunciado el club de fútbol.

No existe un tratamiento específico, ni un antivírico para tratar las paperas y, salvo complicaciones, se trata en casa. Se aplican analgésicos para la fiebre y debilidad, además de hidratación y reposo.

El virus

Las paperas están provocadas por un virus de la familia « Paramyxoviridae», un grupo dentro del que están los causantes del sarampión, el moquillo (en perros) y la peste bovina. Todos ellos se caracterizan por tener ARN, una variante del material genético más sencilla e inestable que el ADN.

Provocan una enfermedad que se presenta con mucha frecuencia en niños entre los 2 y 12 años que no han sido vacunados contra la enfermedad, pero en realidad la infección puede afectar a cualquier persona. A veces ni siquiera provoca síntomas, pero este tipo de virus es especialmente importante porque causa enfermedades que son de gran incidencia en las especies domésticas y que representan un problema para las producciones cuando los animales se infectan.