Tejido fibroso (en rojo) rodeando al tumor de páncreas
Tejido fibroso (en rojo) rodeando al tumor de páncreas - WASHINGTON UNIVERSITY
CÁNCER DE PÁNCREAS

Una triple terapia logra aumentar la supervivencia en el cáncer de páncreas

Tras confirmar que es capaz de romper la ‘cápsula’ fibrosa que protege al tumor en ratones, la combinación ya está siendo evaluada en humanos con cáncer de páncreas

MADRID Actualizado: Guardar
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Cada año se diagnostican en nuestro país más de 4.000 nuevos casos de cáncer de páncreas, tipo de tumor que, si bien décimo en frecuencia, constituye la cuarta causa de mortalidad por cualquier enfermedad oncológica. De hecho, el cáncer de páncreas presenta la menor tasa de supervivencia asociada a cualquier tumor, con únicamente un 6% de pacientes supervivientes a los cinco años del diagnóstico. Y es que contrariamente a como sucede con otros tumores, sobre todo los de pulmón y el melanoma, el cáncer de páncreas no responde a los nuevos fármacos inmunoterápicos. Sin embargo, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (EE.UU.) podrían haber dado con la clave para que la inmunoterapia también sea eficaz frente a este tipo de cáncer.

Y para ello, tan solo hay que combinarla con fármacos capaces de romper la ‘cápsula’ de tejido fibroso que rodea al tumor y lo protege frente a los tratamientos.

Como explica David G. DeNardo, director de esta investigación publicada en la revista « Nature Medicine», «los tumores del páncreas no responden a la quimioterapia convencional ni a los nuevos tratamientos de inmunoterapia. Sospechamos que el entorno fibroso tumoral típico del cáncer de páncreas podría ser responsable de la pobre respuesta a las terapias inmunes que han demostrado su eficacia en otros tipos de cáncer».

Mejor en compañía

El cáncer de páncreas se caracteriza por tener una gran cantidad de los que los autores describen como ‘tejido cicatrizante’, esto es, un exceso de tejido conectivo que ofrecen a las células tumorales un entorno protector que las protege del sistema inmune y dificulta el acceso a los fármacos quimioterápicos. Por tanto, el objetivo de este nuevo estudio era evaluar si la destrucción de las proteínas que hacen que este tejido fibroso se mantenga unido provocaría que las células tumorales perdieran esta protección, resultando así más accesibles a los fármacos quimioterápicos e inmunoterápicos.

Como indica David DeNardo, «es bien sabido que las proteínas denominadas ‘quinasas de adhesión focal’ (FAK) están implicadas en la formación de tejido fibroso en muchas enfermedades, no solo en el cáncer. Por tanto, nuestra hipótesis era que el bloqueo de esta vía podría reducir la fibrosis y la inmunosupresión en el cáncer de páncreas».

El entorno fibroso tumoral típico del cáncer de páncreas podría ser responsable de la pobre respuesta a las terapias inmunes
David DeNardo

De hecho, a día de hoy ya se han desarrollado inhibidores de las FAK para su estudio en otros tipos de tumor. Sin embargo, nunca se había evaluado la posibilidad de combinar estos inhibidores con los fármacos inmunoterápicos para tratar el cáncer de páncreas.

En el estudio, los autores trataron un modelo animal –ratones– de cáncer de páncreas con inmunoterápicos o con inhibidores de las FAK, lo que resultó en que los animales no sobrevivieran más de dos meses. Posteriormente, combinaron estos inhibidores de las FAK con quimioterapia convencional, lo que posibilitó una mejora de la respuesta asociada a la quimioterapia exclusiva. Sin embargo, la mejoría tampoco resultó muy significativa.

Pero aún hay más. En la última fase del estudio, los investigadores administraron una combinación de inhibidores de las FAK, quimioterapia e inmunoterapia. Y de acuerdo con los resultados, la combinación permitió triplicar el tiempo de supervivencia de los animales. De hecho, y transcurridos más de seis meses desde la administración del tratamiento, muchos de los animales seguían vivos sin mostrar ninguna evidencia de progresión de la enfermedad.

Ya en estudios con humanos

En definitiva, parece que la ‘triple terapia’ podría ser eficaz en el tratamiento del cáncer de páncreas. Tal es así que, como apunta Andrea Wang-Gillam, co-autora del estudio, «el éxito de este trabajo con animales ofrece una base consistente para probar esta combinación farmacológica en pacientes con cáncer de páncreas avanzado».

Dicho y hecho: los autores ya han puesto en marcha un ensayo clínico en fase I para evaluar la seguridad de esta combinación en pacientes con cáncer pancreático en estadios avanzados.

Como concluye Andrea Wang-Gillam, «esperamos poder mejorar los resultados clínicos en estos pacientes, fundamentalmente en lo que concierne a la supervivencia que, a día de hoy, se establece en solo 6-12 meses en los casos de cáncer de páncreas metastásico. La ventaja de nuestra combinación es que permite atacar al cáncer desde múltiples frentes, rompiendo las fibras del microambiente tumoral para que una mayor cantidad de células inmunes y unas mayores dosis de quimioterapia puedan atacar el tumor».

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