Ignacio Moreno Bustamante

Progres, pero no tanto

Un montón de gente que usted conoce y presume de progre, de defender lo público, cuando llega la hora de la verdad, matricula a su hijo en un colegio concertado

Ignacio Moreno Bustamante
CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Los colegios concertados de Cádiz son mejores que los colegios públicos de Cádiz. Es tan fácil como eso. No todos los públicos son peores que todos los concertados, obviamente. Hay algunos colegios públicos muy buenos –Reyes Católicos, Carola Ribed, La Inmaculada... por poner tres ejemplos– y hay algún concertado que deja mucho que desear. Pero en general, los colegios concertados son mejores que los públicos. Hablo de Cádiz capital. En cuanto a instalaciones, en cuanto a actividades extraescolares, en cuanto a un montón de factores. Ojo, no hablo de mejores o peores profesores. No. Hablo de mejores colegios. Ese lugar en el que nuestros hijos van a pasar un buen montón de años de su vida. De sus primeros años de vida.

Por eso, siempre se cubren las plazas de los concertados. Y por eso, siempre quedan pupitres libres en los públicos. Por eso, un montón de gente que usted conoce y presume de progre, de defender lo público, cuando llega la hora de la verdad, matricula a su hijo en un cole concertado. Porque con las ideas políticas se pontifica, pero con la educación de nuestros hijos no jugamos. Por eso, un buen número de profesores de la pública, que conocen bien el paño, solicitan plaza en la concertada. Por eso, hay políticos que predican una cosa y practican la contraria. En Cádiz capital, sin ir más lejos, hay algún caso flagrante. Allá cada cual con sus contradicciones.

Ojalá esto que les cuento no fuera así. Ojalá tuviésemos una educación pública de tanta calidad que no hiciese falta concertar nada. Igual que en la sanidad. Pero resulta que esto no es Dinamarca. Ni siquiera podemos compararnos con otras comunidades de España, donde nos dan mil vueltas en educación. Resulta que esto es Andalucía. Esto es Cádiz y aquí hay que concertar. Y esos conciertos han permitido que esos mejores centros escolares estén al alcance de todos. Hace tres décadas, algunos colegios sólo estaban al alcance de quien pudiera pagarlos. Hoy, puede acceder a ellos todo el mundo por igual gracias a esa fórmula mixta entre lo público y lo privado. Se barema por puntos de cercanía, hermanos, etc y para dentro.

Luego vienen todas esas mareas verdes, en las que siempre está detrás Podemos, a darnos lecciones de moral. A indicarnos el camino. A decirnos lo bien que tratan en la pública a los hijos de familias monoparentales –¿en la concertada no?– o la libertad que tienen los padres de la pública para participar en la vida escolar –¿en la concertada no? Y va el ilustrísimo Ayuntamiento de Cádiz, que por lo visto no tiene bastante con lo suyo y se mete en temas que no son de su competencia, y manda cartitas a los padres sugiriéndoles los colegios a los que deben mandar a sus hijos. Como si la opinión de la concejala Ana Fernández nos importara más que la del carnicero de la esquina. Quien, desde luego, tiene muchas más luces que ella.

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