Fernando Sicre Gilabert

Al nordeste del Edén

Pensé por mucho tiempo que el paraíso, la Atlántida, una copa de manzanilla y langostinos de Sanlúcar eran cosas de la provincia de Cádiz

Fernando Sicre Gilabert
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Una vez más estaba equivocado. Pensé por mucho tiempo que el paraíso, la Atlántida, una copa de manzanilla y langostinos de Sanlúcar eran cosas de la provincia de Cádiz. Nada más lejos de la realidad. Todo hace indicar que el edén está allá en donde la «moreneta». Muchos califican de paraíso eso que después del Mayo del 68 llamaron el amor libre, los pelos largos, profusas barbas y todos en pelotas en la playa. La Eva del paraíso catalán llamada Ana, apellidada Gabriel, dice que le gustaría tener hijos en cuadrillas, que además serían cuidados por la tribu. Todo indica que el «hermanísimo» del hermano, Juan y Alfonso respectivamente, apellidados Guerra, tenía mucha razón cuando dijo siendo Vicepresidente, que a España no la iba a conocer «ni la madre que la parió».

Efectivamente, ese momento ya ha llegado por méritos propios y de la CUP. En un futuro próximo los catalanes desconocerán quien fue su padre y quien su madre.

Serán hijos putativos de la patria catalana. Supongo que Carmen Forcadell amamantará colectivamente a sus patriotas cachorros, hijos e hijas del parlamento catalán. En sus DNI aparecerán como padre y madre Cataluña y como dirección la Plaza de San Jaume. Cataluña se llenará hasta que no quepan de hijos putativos. Aunque en realidad no hay que esperar al futuro, porque esto que digo ya ha llegado. El parlamentario en el Congreso de ERC Gabriel Rufián, se ha definido como «charnego». Todo un paradigma de hijo putativo de la patria catalana. O sea, aquel que es considerado como propio o legítimo sin serlo. Porque en el fondo es lo que piensan muchos nacionalistas. Me referiré sólo a la insigne esposa del muy «deshonorable» Pujol, a la sazón Marta. Ésta indicó que le molestaba mucho «que fuera presidente de la Generalitat un andaluz que tiene el nombre en castellano, en referencia a José Montilla, nacido en Iznájar, Córdoba».

Otras consideraciones evocan también el edén en el nordeste. Un borrador de proyecto de Constitución, antesala del cielo, con acceso directo cuando efectivamente sea promulgada y entre en vigor. Curiosamente no contempla en su articulado la posibilidad de que una parte de la hipotética Cataluña independiente, ni tan siquiera el Valle de Arán, pueda ejercer su derecho a la autodeterminación, a pesar de que este es justamente el derecho al que apela el independentismo en la actualidad para conseguir la secesión de Cataluña. Además, el nuevo Estado «se compromete a mantener los actuales límites territoriales» de Cataluña, esto es, a garantizar la indivisible unidad de la República catalana. Y solo vislumbra el derecho a la autodeterminación cuando este se aplica a otros territorios extranjeros. Desconozco la condición o no de charnego del ex Juez Santiago Vidal, o en su caso «pata negra» patriota catalán, pero siendo llamado por su padre de igual forma que el Patrón de España, ya no se sí considerarlo o no hijo putativo como a Rufian del edén del nordeste. La poca vergüenza de este sujeto no es presumible. Lo afirmo con rotundidad y de manera indubitada. O sea, se ampara en el texto de esa chapuza de proyecto, para impedir la secesión de cualquier territorio de lo que hoy es conocido como comunidad autónoma de Cataluña y lo defiende para la secesión de Cataluña como parte integrante del territorio de España, obviando en consecuencia que la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles.

He leído a Tortella y ya puedo dormir tranquilo. Los males de Cataluña no son ni mucho menos infligidos por España. Las dos bestias negras de la historia catalana, según relatos independentistas, Felipe V y Franco, supusieron los dos momentos de la historia económica catalana de mayor crecimiento, debido al proteccionismo de ambos en pro de la industria del lugar. Por supuesto ello en contra del resto de territorios españoles.

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