El príncipe Haakon de Noruega hace público su patrimonio

Continúa la guerra entre el tabloide noruego «Dagbladet» y el príncipe Haakon a costa de las finanzas y el estilo de vida del heredero. La presión ejercida por el diario ha sido tal que Haakon ha decidido hacer público su patrimonio después de ser cuestionado en una conferencia que se celebraba en Ålesund con jóvenes líderes del país.

El príncipe pidió entonces a su directora de comunicación, Marianne Hagen, que hiciera llegar a «Dagbladet» la relación de sus bienes que, según publica el medio, consisten en nueve millones de coronas noruegas, aproximadamente un millón de euros, invertidas en f ondos de Noruega y del extranjero, además de las propiedades de Skaugum, Flatholmen y Hardangervidda. Es la primera vez que los noruegos echan un vistazo a la economía del príncipe ya que, al no estar sometido al pago de impuestos, no puede ser revisada en los registros públicos de Hacienda.

No parece fácil poner un precio a las propiedades inmobiliarias de Haakon, ya que la granja de Skaugum, residencia oficial de la familia, es un lugar único situado en las colinas de Asker con vistas privilegiadas sobre el fiordo de Oslo. La finca, de 15 hectáreas y en la que se encuentran algunas dependencias que los príncipes alquilan, pertenece a la familia real desde 1929 y fue un regalo del Rey Harald para Haakon y Mette Marit cuando contrajeron matrimonio en 2001. Según agentes inmobiliarios a los que ha consultado Dagbladet, Skaugum podría tener un valor en el mercado de 200 millones de coronas, unos 22 millones de euros. «Es difícil encontrar una propiedad tan exclusiva. Es única, un tesoro», explica Carl Fredrik Solli, director de Privatmegleren.

Sin embargo, no parece que la familia real ponga a la venta esta propiedad y lo más probable es que pase a manos de la princesa heredera Ingrid Alexandra cuando contraiga matrimonio. Además de esta residencia, Haakon tiene una casa de vacaciones en la isla de Flatholmen que compró por un millón de euros en 2009 y dos chalets en Nore y Uvdal, en la meseta de Hardangervidda, valorados en 400.000 euros. Hace varios años, el Rey Harald también se vio obligado a declarar el valor de sus propiedades ante la presión de los medios, aunque no llegó a ofrecer un detalle de las mismas y tan solo estimó su patrimonio en 11 millones de euros.

A la espera de ver cuál será el siguiente caso que Dagbladet sacará a la luz, el Príncipe Haakon parece haber optado por ser transparente y rendir cuentas ante la opinión pública. Es el último episodio, de momento, de una batalla que se inició en el verano de 2015 cuando se cuestionaron sus vacaciones con Mette Marit a bordo del lujoso yate Mia Elise. Un crucero por el Mediterráneo a bordo de una embarcación de 50 metros de eslora cuyo coste de 220.000 euros a la semana todavía no se sabe quién pagó.

Hace apenas dos semanas se conoció también que llevaba años alquilando algunos apartamentos que se encuentran en los terrenos de su residencia oficial sin tener licencia de las autoridades municipales para ello. Aunque la abdicación del Rey Harald no parece estar en la agenda, el heredero necesita ofrecer su mejor imagen si desea tener el mismo aprecio que los noruegos profesan a su padre. Dar a conocer su patrimonio ha sido un gran paso en este sentido.