La casona, en la actualidad
La casona, en la actualidad - ABC

Los Medina Sidonia subastan la casa cántabra donde se casó la duquesa roja

El inmueble perteneció a Julia Herrera, bisabuela de los hermanos González de Gregorio

MADRID Actualizado: Guardar
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«No es algo tan insólito, se trata de un derecho que tiene cualquier propietario de un proindiviso, para resolverlo en última instancia. Decidí finalmente acogerme a él por motivos personales, lo mismo que ocurre en muchísimas familias españolas, que cuentan con un bien perteneciente a todos los herederos y por múltiples motivos no terminan de ponerse de acuerdo en su resolución. Esta casa lleva siendo una carga desde hace tiempo y no nos hemos puesto de acuerdo los tres hermanos, por lo que al final tomé la decisión de acogerme al derecho de solicitar legalmente su venta en subasta judicial, que se celebrará en breve», explica a ABC Pilar González de Gregorio sobre la venta de la casa en la que su madre, la XXI duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo vivió con la abuela de esta, Julia Herrera, condesa de la Mortera y duquesa de Maura.

El inmueble está situado en Mortera (Cantabria) y se encuentra en muy mal estado, pues lleva deshabitado casi 50 años. «Se repararon los tejados, fue la última obra que hicimos para evitar su deterioro, pero no hemos vuelto a arreglar nada», explica Pilar.

Precisamente aquí recibió la llamada duquesa roja su primera comunión y aquí se casó, el 16 de julio de 1955, con Leoncio González de Gregorio. A su abuela Julia, que había sido como una madre para ella, le encomendó el cuidado de sus tres hijos (Leoncio, Pilar y Gabriel) cuando comenzaron sus problemas políticos con el régimen de Franco, que le obligaron a exiliarse en Francia.

La propiedad en cuestión es una casa montañesa construida en el siglo XIX por Ramón de Herrera, primer conde de la Mortera, sobre los restos de una casona del XVIII. Originalmente contaba con varias hectáreas de terreno. En su tiempo debió tener cuatro edificios que albergaban desde el cuerpo principal de la casa hasta las caballerizas, la biblioteca y el pabellón de servicios. En 2001 fue declarada Bien de Interés Local por el gobierno cántabro y ahora, casi en ruinas, mantiene la estructura de columnas, una buena portalada y unas galerías de madera. Entre las piezas de valor que tuvo en su día, figuran algunos muebles familiares y un archivo interesante que ya no se encuentran allí, pues se repartieron entre los herederos.

La última moradora de esta casona fue la condesa de la Mortera y se la dejó a sus tres biznietos en herencia cuando falleció en 1968, aunque la duquesa de Medina Sidonia quedó como administradora y usufructuaria. Pero en 2003 los tribunales le retiraron a la duquesa el derecho a administrarla debido a una mala gestión. La casona había quedado muy tocada, se habían vendido los terrenos que la circundaban y ha quedado encajonada entre nuevos edificios de pisos.

Tras un largo proceso entre los herederos de la propiedad, los tribunales han decidido venderla en una subasta judicial. Todo parece indicar que la cantidad de salida se situará muy por debajo de su valor real, pues se ha tasado en menos de un millón de euros.

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