Don Felipe entrega el trofeo de mejor Armador Conductor
Don Felipe entrega el trofeo de mejor Armador Conductor - ROQUE MARTÍNEZ

Don Felipe se entregó a la Copa del Rey: de día regateó y por la noche entregó los trofeos

El Monarca apenas durmió, pegado a la televisión para ver desfilar a Rafa Nadal

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El Rey apenas durmió la noche del viernes al sábado. Pasadas las dos y media de la madrugada seguía pegado a la televisión, pendiente de ver desfilar al tenista Rafa Nadal como abanderado de España en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río. Tal como había anunciado el viernes de la pasada semana, no pudo desplazarse a Brasil, pero siguió los acontecimientos por los medios de comunicación. Don Felipe no podía perderse la inauguración y recordar cuando él fue abanderado en Barcelona 92.

A esas horas, las 2.32 de la madrugada de ayer para ser precisos, el Rey colgó el siguiente tuit en la cuenta de la Casa Real: «Pegados a la tele orgullosos de nuestro abanderado @RafaelNadal y de nuestros olímpicos #TeamESP en @rio2016_es.

¡Vamos España! @COE_es».

No habían pasado ni ocho horas de aquello cuando Don Felipe apareció en la mañana de ayer en el Real Club Náutico de Palma de Mallorca, preparado para embarcar en el «Aifos», el viejo velero de la Armada Española, y disfrutar de una dura jornada de mar, viento y salitre. Era la última oportunidad que tenía de competir en la Copa del Rey Mapfre, y la aprovechó.

Vestido con el polo y las bermudas negras de la tripulación del «Aifos», con unas abarcas menorquinas, la mochila al hombro y unas gafas de espejo, el Rey llegó solo al Real Club Náutico de Palma de Mallorca, donde el almirante Jaime Rodríguez Toubes, el patrón habitual del velero, le aguardaba.

Muchedumbre de curiosos

Tras saludar a los responsables del club y de la regata, el Monarca se dirigió al pantalán en el que estaba amarrado el «Aifos» y donde esperaba el resto de la tripulación ante una muchedumbre de regatistas, amigos y curiosos que competía por ver al Rey hacerle una foto con su móvil. Don Felipe subió de un salto a la embarcación, saludó a todos y se hizo a la mar.

Después de un año tan complicado en el terreno político y con tantas rondas de consultas con políticos, el Rey estaba deseando disfrutar de una jornada oxigenante en el mar. «Un poco de salitre viene bien», comentó el jueves a la prensa en el Palacio de Marivent, y ayer por fin tuvo la oportunidad de rociarse de sal, de viento y del sol.

Don Felipe en la embarcación
Don Felipe en la embarcación - ABC

Una vez en el campo de regatas, se vio pasar a lo lejos a la lancha «Somni», que utiliza la Familia Real, con los sobrinos del Rey a bordo. En la cubierta se pudo ver a Juan, Pablo y Miguel Urdangarín, y a Felipe y Victoria de Marichalar. Pero a la Reina, la Princesa de Asturias, la Infanta Sofía y a Irene Urdangarín no se las vio.

Felipe, Juan y Miguel en la cubierta de la embarcación
Felipe, Juan y Miguel en la cubierta de la embarcación - ABC

Casiraghi logró el premio Armador Conductor

A pesar de que el Rey no tiene tiempo para practicar la vela en todo el año -éste, en concreto, sólo pudo regatear el día de ayer-, consiguió que el «Aifos» obtuviera el mejor resultado de toda la semana. El velero más viejo de su categoría (20 años de antigüedad) quedó en quinto lugar en la prueba de ayer, aunque en la clasificación general terminó en el puesto 12 de 38.

Tras la jornada en el mar, con mucho viento y unos buenos resultados, dadas las circuntancias, Don Felipe regresó a Marivent para cambiarse y, por la noche, acudió al recinto de Ses Voltes, a los pies de la catedral de Palma, para entregar los 22 trofeos de la Copa del Rey Mapfre a las tripulaciones ganadoras.

Al final, Pierre Casiraghi, que participaba por primera vez en esta prueba náutica a bordo del «Malizia», uno de los catamaranes «levitadores» que han estrenado categoría en la regata, se llevó el premio de Armador Conductor.

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