Leicega lidera al grupo socialista en la foto grupal, tomada ayer en la puerta del Parlamento
Leicega lidera al grupo socialista en la foto grupal, tomada ayer en la puerta del Parlamento - EFE

La oposición adelanta una batalla de tres grupos unidos contra el PP

Los populares esperan que no se repita la «frustración» de la pasada legislatura con muchos episodios de tensión

Santiago Actualizado: Guardar
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Los antiguos pabellones militares del Pazo de O Hórreo lucían los tiros largos de una sesión de constitución de legislatura. Cuatro portavoces, algunos viejos conocidos entre sí, harán de estandartes de la actividad parlamentaria en una disputa de tres contra el PP. Ayer fue un día de exploración, pero con visos de lo que puede dar de sí el primer periodo de sesiones. El referente del grupo popular, Pedro Puy, espera no encontrar «problemas inesperados que generaron mucha frustración» en el anterior hemiciclo, cuando los rigores de la crisis económica hicieron aflorar muchos episodios de tensión, a veces sobreactuada, entre la bancada del gobierno y la de oposición.

El profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago repetirá en la tarea de apuntalar el discurso de gestión en la Xunta. Su nombre nunca dejó de estar presente para seguir en el puesto: «Sí, era una posibilidad», dijo lacónico.

Después del primer pleno, evitó adelantar la línea argumental que arguye el PP mientras emplazó a la prensa a esperar al discurso de investidura de Feijóo, donde las intenciones de campaña se extrapolarán en forma de «medidas concretas»,

En Marea, el PSdeG y el BNG deberán calzarse un guante de seda y otro de hierro para disputarse la hegemonía alternativa al PP y al mismo tiempo lograr vencer la abrumadora mayoría de un partido que aventaja en 27 diputados a la segunda fuerza política. Villares llegó para advertir que la confluencia será «la garantía de la defensa de los derechos sociales y las libertades individuales». Suya fue la frase del día —«comprometo mi palabra y, si fuera necesario, mi vida, por la libertad y la felicidad de la sociedad gallega»—, en la penúltima promesa de los nuevos parlamentarios de Galicia. En Marea ya presentó varias iniciativas para debatir el traspaso de la AP-9 al gobierno autonómico o revisar las prácticas abortivas en el Sergas.

El magistrado se medirá con Leiceaga en ver quién será el primer interlocutor de la oposición. El socialista reconoció «un inicio muy razonable» de ciclo político, en referencia al acuerdo con los rupturistas por los puestos de la Mesa. «Trabajaremos con autonomía», aclaró sobre los efectos de la convulsión interna en el PSdeG. Finalmente, Pontón prometió «un pie en la calle y otro en el Parlamento» para avanzar en el «tiempo nuevo» abierto en el BNG.

En la tribuna

Ningún presidente provincial se avino a presenciar en directo el pleno de constitución. Sí estuvieron antiguos dirigentes del legislativo, comoPilar Rojo o Tomás Pérez Vidal; los alcaldes de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, sentado junto a Francisco Jorquera, o el de Vilagarcía, Alberto Varela. Muy cerca de ellos, los senadores Modesto Pose, José Crespo o Juan Manuel Jiménez Morán,Entre el abanico de cargos y caras conocidas de la política gallega, sobresalió Xosé Manuel Beiras, puño en alto cuando sonó el himno. Lo escoltaron los diputados de En Marea en el Congreso. A su lado, como es ya habitual, Martiño Noriega, alcalde de Santiago.

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