Vistalegre II devuelve al Iglesias más provocador

El abrumador apoyo obtenido por el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en Vistalegre 2 no solo le ha servido para engordar su poder interno sino para dejar atrás las contenciones y recuperar su tradicional y provocadora estrategia política. El primer ejemplo se ha visto este miércoles en el Congreso de los Diputados.

Y es que tras un mes de perfil bajo en el Parlamento como consecuencia de la campaña precongresual, Iglesias ha protagonizado esta mañana un enfrentamiento verbal con el diputado popular Ángel González en mitad del Pleno.

El rifirrafe tuvo lugar mientras el ministro de Hacienda contestaba a las críticas del diputado de Podemos Antonio Gómez Reino por el nombramiento del ex director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa.

Haciendo uso de un habitual recurso parlamentario, Cristóbal Montoro amplificó en el Pleno las acusaciones que le había dirigido Gómez Reino para intentar desactivarlas, lo que sulfuró a Iglesias. El líder de Podemos comenzó entonces a darse toques en la mejilla con la mano para acusar al ministro de caradura.

Una provocación que desató el enfado en la bancada popular e hizo que Gónzález respondiera en alto con un «caraduras vosotros» acompañado de un «a ver si voy a bajar». El todavía portavoz de la formación, Íñigo Errejón, observada la escena calmado mientras la portavoz adjunta, Irene Montero, también gesticulaba ostensiblemente.

A partir de aquí las versiones son diferentes en ambas bancadas. Según los populares, Iglesias contestó con un hostil «baja aquí» acompañado de gestos provocativos mientras según Montero solo replicó tranquilamente: «Relájate, baja aquí y lo hablamos».

Errejón ha refrendado esta versión denunciando «una actitud muy agresiva por parte de algunos diputados del PP que han empezado a hacer gestos ostentosos señalándonos», mientras Montero ha denunciado un comportamiento «un poco marichulo» en González. Por el contrario, la exministra popular, Celia Villalobos, ha considerado el episodio como un ejemplo de lo que en realidad significa la nueva política.

Habrá que esperar a la publicación de las actas literales del Pleno para conocerlo pero el cruce de palabras entre ambos políticos levantó tal guirigay en el hemiciclo que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, se vio obligada a poner orden y pedir respeto.

«Les aseguro que tengo una función muy complicada, pero les puedo asegurar que se va a mantener el orden en la Cámara y lo primero que hay que hacer es respetar», ha avisado la presidenta del Congreso. «El respeto de los ciudadanos se gana aquí cada día, de la mañana a la noche y especialmente respetando a quienes son o pueden ser sus oponentes políticos», ha censurado.