Albert Rivera en el Congreso en la rueda de prensa en la que comunicó las seis condiciones exigidas al PP
Albert Rivera en el Congreso en la rueda de prensa en la que comunicó las seis condiciones exigidas al PP - EFE

Los otros pactos anticorrupción de Ciudadanos y PP

Tras la rúbrica de un acuerdo de regeneración política, los de Rivera facilitaron gobiernos populares hasta en cuatro CC.AA.

MADRID Actualizado: Guardar
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Las condiciones expuestas por Rivera al Partido Popular para que Ciudadanos se plantee darle el «sí» a Rajoy en un hipotético debate de investidura cuentan con precedentes en la formación de los gobiernos autonómicos y municipales surgidos de las elecciones de 2015. Hasta en cuatro Comunidades Autónomas —Madrid, Murcia, Castilla y León y La Rioja— los populares ratificaron un pacto anticorrupción con la formación naranja para que ésta los blindase con sus votos y, conseguir así, la constitución de un gobierno en dichas autonomías.

En 2015 Ciudadanos redactó un acuerdo basado en diez premisas «innegociables» sin las cuales no se daría apoyo alguno a los populares. Tres de éstas están recogidas entre las seis condiciones que exige ahora Rivera a Mariano Rajoy para darle el «sí» al presidente en funciones.

La estrategia del líder de Ciudadanos no es pues sino una adaptación a nivel estatal de la que ya siguió tras las elecciones autonómicas y municipales del pasado año.

Los pactos autonómicos

El acuerdo más reseñable en este sentido fue el suscrito entre ambas formaciones en La Rioja, ya que significó la dimisión del que fuese presidente autonómico entre el 3 de julio de 1995 y el 6 de julio de 2015. Pedro Sanz dimitió para desbloquear la situación de La Rioja y que progresasen las conversaciones con Ciudadanos.

El mandatario popular, que no estaba imputado por ningún caso de corrupción, cesó voluntariamente porque, de haber sido investido, no respetaría la condición de la formación naranja de limitar a dos los mandatos políticos. Los populares (quince diputados) sobrepasaron los diecisiste que marcan la mayoría en La Rioja al añadir cuatro votos positivos de C's.

En La Comunidad de Madrid, la presidenta Cristina Cifuentes consiguió el apoyo de Ciudadanos después de firmar el pacto anticorrupción redactado por los de Rivera. Sin duda, ésta es la autonomía en la que mayor importancia ha revestido la rubricación de este compromiso.

En Madrid, donde la mayoría absoluta se alcanza a los 65 escaños, el PP y Ciudadanos sumaron justo esa cifra superando «in extremis» los 64 diputados con los que se alzaban PSOE y Podemos. Los consejeros Lucía Figar y Salvador Victoria, imputados por la Púnica, dimitieron como fruto del pacto.

En las negociaciones sólo se plantearon dos pegas por parte del PP: la limitación a dos mandatos máximos del presidente autonómico y la elección en primarias del candidato de cada partido. Ambas batallas las venció Ciudadanos.

En el caso de la Región de Murcia se puso en jaque de forma directa al propio presidente autonómico, Pedro Antonio Sánchez. Su nombre se ha vinculado en el pasado con la Púnica pero nunca ha llegado a ser imputado. Ciudadanos, previa firma del pacto, no dudó al reclamar que si se ocasionase tal imputación éste debería abandonar su cargo.

Los de Rivera contribuyeron con sus cuatro votos en esta comunidad a que el PP (veintidós escaños) superase la cifra de los veintitrés necesarios.

En Castilla y León también fue imprescindible el refrendo de este pacto para la investidura de Juan Vicente Herrera. El PP, nuevamente a las puertas de la mayoría absoluta con 42 de los 43 escaños necesarios, contó otra vez con los votos de C's (5) tras firmar el acuerdo.

Estos acuerdos no son exluyentes entre PP y C's y es que los de Rivera también le exigieron a Susana Díaz la firma del mismo pacto a cambio de darle su aval en Andalucía.

Tras el pacto anticorrupción en estas Comunidades Autónomas, Ciudadanos también fue clave para que los populares gobernasen en los ayuntamientos de León, Palencia y Málaga.

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