El «cerebro» de la trama Púnica sigue en prisión tras declarar por primera vez

El empresario David Marjaliza, socio de Francisco Granados y supuesto cerebro de la trama Púnica, volvió ayer a la prisión de Soto del Real, donde se encuentra desde el pasado 31 de octubre, después de declarar durante cinco horas entre jueves y viernes ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco. El magistrado le citó para cuestionarle sobre diversas operaciones de lavado de dinero en Singapur y a través de obras de arte en Suiza, con las que el constructor podría haber blanqueado dinero.

Aunque se desconoce el contenido de la declaración, dado que la causa sigue bajo secreto de sumario, el juez mantuvo al amigo de la infancia de Granados en prisión al mantener los cargos.

Esta es la primera vez que Marjaliza declara ante el juez puesto que en su anterior comparecencia, del pasado 31 de octubre, se acogió a su derecho a no declarar y fue enviado a prisión sin condiciones.

La investigación considera a Marjaliza el «núcleo» de una organización criminal que se tejió en torno a una red de corrupción local y regional en diversas partes de España y le atribuye los supuestos delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, integración en organización criminal, tráfico de influencias, cohecho, malversación de fondos, prevaricación, fraude, utilización de información confidencial y falsificación.

Según la parte del sumario cuyo secreto está levantado, el supuesto cerebro de la Púnica disponee de 926 depósitos bancarios y ha ganado más de 250.000 euros en ocho sorteos de la Lotería Nacional y de la ONCE en menos de dos años. La cabeza de un denso entramado de empresas, Marjaliza poseía además dos barcos de recreo y nada menos que 54 empresas de su propiedad directa.

En relación con sus cuentas en el extranjero, su defensa reconoció que el empresario regularizó en febrero de 2014 unos 11 millones d euros que tenía guardados en cinco cuentas depositadas en Suiza. Según el desglose, unos 7,3 millones de euros formarían el saldo.

La Audiencia Nacional, que ha rechazado en varias ocasiones su puesta en libertad, apuntó en diciembre del año pasado que Marjaliza tenía un rol importante en el grupo de personas que se dedicaba a «mover voluntades» en ayuntamientos, sobre todo de la Comunidad de Madrid, como el de Valdemoro, en el que nació la trama, y gobiernos a cambio de mordidas y comisiones.

Marjaliza, en definitivo, aprovechó sus amistades y contactos personales y políticos para conseguir adjudicaciones irregulares para sus empresas y las de terceros. El juez Velasco ha retomado los interrogatorios de la causa con la intención de atar los cabos sueltos de la investigación y cerrar las declaracione antes de verano.