Cospedal, Moreno, Bonilla y Feijóo, los triunfadores del PP

Pueblo a pueblo de Castilla-La Mancha, treinta de ellos recorridos en pocas semanas, María Dolores de Cospedal consiguió el domingo el sueño de cualquier dirigente del PP: que Ciudadanos deje de tener representación parlamentaria nacional por la comunidad autónoma de la que es presidenta regional.

De esa forma se sacó la espinita que tenía clavada desde las elecciones autonómicas celebradas hace poco más de un año, cuando se quedó a un escaño de la mayoría absoluta que hubiera impedido que gobierne el PSOE con ayuda de Podemos. Ciudadanos no obtuvo ningún representante en el parlamento de Toledo, pero con sus votos impidió que Cospedal renovara mandato. Y la formación de Albert Rivera continuó creciendo: en las generales de diciembre obtuvo escaño en Guadalajara, Toledo y Ciudad Real, que ahora ha perdido, tras una campaña que la dirigente popular centró desde el primer día en la inutilidad del voto que solo sirve para beneficiar a la izquierda

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La cara de Cospedal al comparecer junto a Mariano Rajoy la noche del domingo en el balcón de Génova reflejaba su enorme alegría, que los suyos achacan no solamente a los resultados de Castilla-La Mancha, con los que ahora obtendría mayoría absoluta, sino a la recuperación nacional del PP, del que es secretaria general. «El gran triunfador de estas elecciones ha sido Rajoy, pero lo más notorio es achacable a la movilización del partido en toda España en los difíciles meses que hemos vivido gracias al trabajo de ella», comenta uno de los colaboradores de la número 2 del PP.

En la dirección popular aseguran que las dos grandes sorpresas, favorables ambas, que se encontraron conforme iba avanzando el recuento electoral fueron los resultados obtenidos en Andalucía y Galicia. «Francamente, no nos lo esperábamos».

El presidente popular andaluz, Juanma Moreno, también tuvo que pellizcarse para poderse creer que el «sorpasso» registrado en su comunidad no era el de Podemos sobre el PSOE, sino el suyo propio sobre Susana Díaz, que se apuntó 22 escaños en diciembre frente a los 21 del PP y ahora trata de disimular cómo ha perdido, 23 a 20, el puesto de primera fuerza en esa comunidad.

En el PP nacional reconocen que al comienzo de la campaña se daban por satisfechos con conservar el último escaño de Málaga y Granada y conseguir uno más en Almería, por lo que Rajoy visitó estas tres provincias varias veces en las últimas semanas, pero nunca soñaron con arrebatar al PSOE un diputado por Sevilla ni con ganar a los socialistas a nivel regional por un margen de tres escaños, lo que indica, creen en Génova, que su partido se ha recuperado del batacazo que les supuso ganar sin poder gobernar con la victoria de Javier Arenas.

Sorpresa mayúscula también en la sede nacional del PP por los resultados de Galicia, que de trasladarse a las elecciones autonómicas previstas para este año supondrían la reválida de otro mandato para Alberto Núñez Feijoo, a quien alaban en Génova por su buena campaña. «No esperábamos para nada sacar un diputado más en La Coruña y otro en Orense». Tanto, que a los responsables de fijar el itinerario de Rajoy ni se les ocurrió que el candidato visitara esta última provincia gallega.