Cortés Elvira e Ignacio González en 2009
Cortés Elvira e Ignacio González en 2009 - ABC

Operación SouleLa trama de Villar intentó premiar a Cortés Elvira con una universidad

La Federación reservó doce millones para el proyecto aprobado por Ignacio González y que debía hacer rector al exsecretario de Estado

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«Nos vamos a beneficiar todos». La frase de Ángel María Villar durante el acto de presentación del proyecto de la Universidad del Deporte era un anuncio de los planes de expansión al mundo docente de la red corrupta que ya en 2013 gangrenaba la Federación Española de Fútbol. Villar y su íntimo amigo Rafael Cortés Elvira habían embarcado al entonces presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y a Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, en un proyecto en el que la Federación Española de Fútbol ya había provisionado doce millones de euros y del que efectivamente se iban a beneficiar muchas personas. El exsecretario de Estado para el Deporte en el último gobierno socialista de Felipe González aparecía como el muñidor de esta Universidad y se perfilaba como rector.

Un cargo perfecto con el que Villar tenía previsto recompensar los muchos años de fidelidad que Cortés Elvira le había tributado desde que en 1996 abandonó el Consejo Superior de Deportes.

ABC propuso ayer a Cortés Elvira dar su versión sobre la Universidad del Deporte, pero el exsecretario de Estado declinó el ofrecimiento: «Por ahora, no voy a realizar declaraciones».

«El proyecto quedó en agua de borrajas porque no se encontraron los terrenos adecuados», apuntan desde el COE, que aseguran que no volvieron a tener noticia de ello. Pero no solo figuró en las cuentas de la Federación, sino que el auditor externo puso objeciones a que esos doce millones constaran como pasivo, cuando el proyecto se canceló en 2014. Otro agujero insondable en las arcas federativas.

A pocos ha extrañado que el nombre de Cortés Elvira aparezca en el auto del juez Pedraz como miembro destacado de la «red clientelar» -así la define el propio magistrado- que ha hecho posible que Villar se mantenga en el cargo desde hace 29 años. «Después de Gorka y de Padrón, Cortés Elvira es el más villarista de todos los villaristas», señala un empleado de la Federación que conoce la intervención de este doctor en Ciencias Químicas de 64 años que fue rector de la Universidad Camilo José Cela entre 2003 y 2012. La unión entre ambos se había convertido en una relación familiar en doble sentido. Villar tiene contratada a Helena Herrero, esposa de Cortés Elvira, como jefa de los Servicios Médicos de la Federación y la había logrado colocar en el Comité Médico de la UEFA. Por su parte, Cortés Elvira tiene como socia a Mónica Han Cho, esposa de Gorka Villar y por tanto nuera del presidente de la Federación. Todo quedaba en casa. En las dos casas.

«Sabe que le quiero»

Durante muchos años ha sido una relación de amistad, familiar y de negocios. De buenos negocios, sobre todo para Cortés Elvira, que según consta en el auto del juez Pedraz, percibió ingresos de la «red clientelar» de Villar por importe de más 1,5 millones de euros entre 2010 y 2012. Eran los años de abundancia del villarismo, que campaba a sus anchas sin ningún tipo de control gracias a la persimividad del último gobierno de Zapatero. Cortés Elvira, afiliado del PSOE desde 1974, contribuía a las buenas relaciones con la Administración, y desde Las Rozas se lo agradecían sin disimulo. En 2011, durante la concesión de la medalla de oro y brillantes de la Federación, Cortés Elvira no tuvo problema en declarar su enorme afecto al patriarca: «Villar sabe que le quiero», proclamó emocionado. «Me siento uno de vosotros», añadió.

Y en efecto lo era. Aunque sonó siempre para diversos cargos, jamás tuvo despacho en la Federación, como tampoco lo ha tenido nunca Gorka, pero ninguno de los dos lo necesitaba. Les bastaba con levantar el teléfono para hacer valer sus criterios. Por eso, resultó tan beneficioso para Santa Mónica Sports que Cortés Elvira fuera directivo del grupo. Padrón y Villar resolvieron el contrato en unas condiciones muy beneficiosas para Santa Mónica y extraordinariamente perjudiciales para la Federación. Tanto, que el juez Pedraz calcula que aquella decisión le costó 51 millones de euros.

Como administrador único de la empresa «General de Asesoramiento Corell SL», Cortés Evira se llevó un buen pellizco ahora que acababa de dejar de ser rector de la Camilo José Cela, una Universidad privada en la que cuentan que otro de los hijos de Villar, Koldo, completó de manera «exprés» la carrera de Derecho. Otra prueba más de que los Villar tenían suerte de tener de su lado a los Cortés Elvira, pero sobre todo de que los Cortés Elvira eran millonariamente afortunados con sus relaciones con los Villar.

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