Clasificación para el Mundial

España, radiografía en datos de una selección histórica del Mundial

ABC analiza la participación de la selección en el prestigioso torneo internacional y la compara con la de las otras grandes campeonas [Gráfico]

España durante un partido en el Mundial de Corea y Japón Miguel Berrocal
Luis Herrero-Tejedor

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Se dice que todo lo inició Cesc Fábregas . Que su gol en la tanda de penaltis ante Italia en la Eurocopa de 2008 fue el momento en que se comenzó a escribir la historia de una selección irrepetible. Entonces se esfumó el complejo inexplicable que hacía que todo español agachase la cabeza cuando comenzaban los veranos hermosos de competiciones internacionales. Antes España no se podía comparar con los «gigantes» , era un equipo de segunda, la eterna favorita que siempre caía en cuartos. Hoy la época dorada terminó y los datos, tan aparentemente objetivos como sorprendentes, a veces, no hacen otra cosa que desmentir el mito antiguo que colocaba a la Roja varios escalones por debajo de otros combinados más lustrosos.

España está a un paso de clasificarse para disputar su undécimo Mundial consecutivo (es primera de grupo a falta de dos encuentros asequibles ante Albania e Israel). En la lista histórica, solo cuatro selecciones la superan en ese apartado. Aunque los títulos tardaron en llegar, y con ellos el reconocimiento, el prestigio que otorga la veteranía casi siempre existió. Porque España es, desde hace tiempo, uno de los clásicos del Mundial .

Los gigantes

No solo por los títulos levantados, sino por la constancia de sus apariciones, cuatro equipos han extendido su fama por todas las esquinas del planeta y se han erigido como los emblemas del torneo más prestigioso del mundo. La indiscutible Brasil , junto con Alemania e Italia , forman un tridente imponente. Entre ellas acumulan un total de 56 clasificaciones para el Mundial, 13 títulos y 21 finales disputadas. Son, sin duda, los gigantes del fútbol. La cuarta en el ranking podría ser perfectamente Argentina , menos laureada pero casi tan experimentada como ellas, con 16 clasificaciones, 5 finales y 2 títulos, se ganó hace tiempo el derecho a entrar en el Olimpo.

De todas ellas, Brasil es la única que se ha clasificado para las 20 ediciones que se han celebrado hasta la fecha del Mundial. Alemania e Italia, por su parte, lo han hecho en 18 ocasiones. Son las cuatro selecciones que más veces han peleado por coronar la cima del mundo, y también las que más lo han conseguido. Si se habla de la cantidad de finales disputadas , los germanos encabezan el ranking con 8 (habiendo ganado solo 4 de ellas), seguidos muy de cerca por Brasil (7 y 5 victorias) e Italia (6 y 4 victorias). Las cuatro, además, pueden regodearse de ser las que más participaciones seguidas encadenan a día de hoy : 20 de Brasil, 16 de Alemania, 15 de Italia y 11 de la misma Argentina que ahora podría quedarse fuera del Mundial de Rusia. España, por su parte, es la quinta en este apartado con 10 , y ve de lejos a sus perseguidoras más directas, que no llegan a las 7 clasificaciones consecutivas.

Los tres europeos insignes

Sin el suficiente palmarés como para poder reclamar un puesto entre los gigantes antes mencionados, pero con el mismo prestigio internacional que ellos, tres selecciones europeas comparten el extraño privilegio de ser consideradas siempre candidatas al título . Inglaterra, Francia y España tienen una trayectoria en los mundiales tan parecida que se hace muy difícil explicar por qué la última de ellas se sintió durante tantos años acomplejada ante las otras dos. Todas ellas han participado exactamente en 14 ediciones del Mundial hasta ahora, cada una de ellas tiene un título en su palmarés y de las tres, tan solo Francia ha disputado más de una final, y solo lo hizo en otra ocasión (2006).

Antes de 2010 España era la única de las tres que jamás había llegado a una final del Mundial. Ese era casi el único dato diferencial. Ahora, sin embargo, la Roja está a un paso de enlazar su decimoprimera participación consecutiva en la competición , mientras que tanto Francia como Inglaterra optan a su sexta (la mejor racha de los ingleses fue precisamente de 6 entre 1950 y 1970 y la de los franceses es la actual de 5 que comenzó en la edición en la que levantaron el Mundial de 1998). Así las cosas, tal y como se encuentran actualmente cada una de ellas, no existen motivos históricos para asumir que la «eterna perdedora en cuartos» haya sido siempre «notablemente inferior» a sus rivales directas. Lo único que le faltaba a la Roja era dejar atrás sus complejos en las rondas decisivas.

Selecciones que tontearon con la gloria

Después de casi noventa años de historia de los mundiales (con un parón entre 1938 y 1950 debido a la Segunda Guerra Mundial), tan solo ocho selecciones han conseguido escribir su nombre en la competición como campeonas. Y únicamente doce han llegado alguna vez al último partido del torneo . A las ya mencionadas arriba habría que añadirles a Uruguay , la primera que asombró al mundo en 1930. Con dos medallas de oro en su palmarés, la selección charrúa sigue empatada con la todopoderosa Argentina en número de títulos. Además, es la única de todas las escuadras que no conoce la derrota en una final (habiendo dipustado más de una). Sin embargo, desde muy temprano su legado se interrumpió, ya que no levantan un entorchado desde aquel que consiguieron en 1950 con el famoso «maracanazo».

A las prestigiosas campeonas hay que añadirles también las no menos meritorias finalistas. Selecciones maravillosas, que marcaron una época pero que, por una (o varias) crueldad del destino, jamás consiguieron alcanzar la inmortalidad debido a que fallaron en la última y más complicada de las pruebas. A nadie se le escapa, por ejemplo, que la «naranja mecánica» holandesa , liderada por Cruyff perdió dos finales consecutivas en 1974 y 1978 (ante Alemania y Argentina respectivamente), ni que sus sucesores volvieron a fracasar en 2010 contra la «preciosista» España.

Tampoco que la maravillosa Hungría de Puskas , aquella máquina de ganar, no pudo derrotar a una acomplejada Alemania en 1954. Menos conocida es su derrota en la final de 1938 ante Italia. O que la República Checa fue finalista en dos ocasiones, y que acabó como subcampeona ambas veces, en 1934 ante Italia y en 1962 ante Brasil. La última que queda por mencionar es Suecia , que se coló en el partido de los partidos en 1958 y que sucumbió ante un combinado brasileño que, con un jovencísimo Pelé, acudió a su cita particular con la historia dispuesta a inicia su leyenda. Aquella fue la primera de muchas victorias para las selección más laureada de todas.

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