Fernando Torres debutó con el Atlético en el infierno de Segunda división
Fernando Torres debutó con el Atlético en el infierno de Segunda división - IGNACIO GIL
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Fernando Torres, «el Niño» que maduró a base de palos en el Atlético

A los 16 años debutaba en el Calderón una calurosa tarde de primavera, donde la temperatura del aficionado colchonero más que atender a criterios ambientales se medía por las llamas de un infierno que nunca debió haber existido

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Mucho ha llovido desde que el 27 de mayo de 2001, un adolescente con la cara llena de pecas se atase las botas para saltar por primera vez al campo que lo vio crecer como recogepelotas. A la edad de 16 años Fernando Torres debutaba en el Calderón una calurosa tarde de primavera, donde la temperatura del aficionado colchonero más que atender a criterios ambientales se medía por las llamas de un infierno que nunca debió haber existido. Solo siete días más tarde marcaba su primer gol como profesional, dando el pistoletazo de salida a una fulgurante carrera que pronto le abriría las puertas de los mejores clubes internacionales. Durante su extensa etapa en la ribera del Manzanares un ritual se repetía cada verano: los «cantos de sirena» llegados desde Italia, Inglaterra u otras partes de España, resonaban con fuerza en julio y agosto para acabar diluyéndose al inicio de septiembre.

Aquel imberbe crecido a la sombra de los años más negros en la historia del Atlético nunca se dio por vencido. No, al menos, mientras mantuvo la fe en que su club de los amores gozaría del nivel que merecía. Su cara llena de pecas pronto se convirtió en la bandera de una institución que depositó toda esperanza de grandeza en un niño, con la responsabilidad de un adulto. Apodado precisamente «el Niño» desde que jugaba en las categorías inferiores, es el propio Fernando Torres el que ha reconocido que le empezaron a llamar así «porque en el vestuario nadie sabía su nombre».

Sin embargo lo que parecía un eterno «Dèjá vu» desde hacía varias temporadas, solo Rafa Benítez logró convertirlo en realidad. En julio de 2007, «el Niño» posaba sonriente con su nueva camiseta del Liverpool mientras compartía una bufanda bajo el lema «You'll Never Walk Alone» con el que iba a ser su nuevo técnico. Más tarde firmaría por el Chelsea, donde a pesar de levantar su primera Champions League, no cumplió con las expectativas generadas. Aunque los rumores marcaban una interesante vuelta a sus orígenes, el pasado verano fichó por el Milan. El regreso del hijo pródigo, de aquel «Niño» que maduró anteponiendo el orgullo rojiblanco a cualquier fracaso, tendrá que esperar.

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