Lás cámaras captaron el momento en que Di María se tocó los genitales tras ser sutituído
Lás cámaras captaron el momento en que Di María se tocó los genitales tras ser sutituído - ARCHIVO
Los apodos más famosos del fútbol

Ángel Di María, «el Fideo» más rebelde que pasó por el Bernabéu

Después de varios desencuentros con el club merengue, el jugador argentino protagonizó un sonado culebrón que terminó con su salida rumbo al Manchester United

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A finales de agosto, Ángel Di María agarraba el petate en dirección a las Islas Británicas tras varias semanas de especulaciones y rumores sobre su futuro. Sus altas pretensiones económicas no comulgaban con las cifras que el Real Madrid estaba dispuesto a llegar para que el jugador argentino renovara. Ancelotti contaba con él, pero la llegada de James Rodríguez y Toni Kroos le cerraban a priori las puertas del once. En esas condiciones Di María decidió marcharse, prendiendo la mecha de un culebrón que no iba a dejar indiferente a ningún madridista. Fideo arriba, fideo abajo, las tertulias de bar se dividían a partes iguales entre seguidores y detractores.

Pocos podían entender que un futbolista de apariencia tan endeble fuera capaz de desplegar un derroche físico como el que ofrecía.

Precisamente, en su aspecto delgado reside la razón de ser de sus apodos. Los sobrenombres de «El Fideo» y «El Flaco» le han acompañado por cada vestuario que ha pasado. Su velocidad y una zurda endiablada fueron más que suficientes para conquistar al público del Santiago Bernabéu. Sin embargo, pronto llegaron los problemas. Ya fuera por no jugar lo suficiente o por sentirse discriminado en los cambios, Di María no era de los que dejaba pasar la ocasión para mostrar su desencanto.

El momento más crítico llegó a principios de año cuando al ser sustituído, el argentino respondió a los pitos de su afición tocándose los genitales. Las cámaras captaron el gesto de lleno. No había excusa posible. Con causa o sin ella, «el Fideo» siempre fue un rebelde. Y si no lo creen, aquí tienen un fragmento de su carta de despedida: «Después de ganar la Décima me fui al Mundial con la esperanza de recibir un gesto de la Directiva, algo que nunca llegó. Se hablaron muchas cosas y muchas mentiras. Siempre quisieron atribuirme la iniciativa de salir del club, pero no fue así. Lamentablemente no soy del gusto futbolístico de alguna persona. Yo lo único que pedí es algo que fuera justo. Hay muchas cosas que yo valoro y muchas de ellas nada tienen que ver con mi salario».

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