España se gana la final ante Montenegro

Se nota el cansancio, decía Jorge Dueñas después de vencer a Dinamarca. Se notó en la semifinal, ante Montenegro, pero el empuje, las ganas y la garra de la selección española de balonmano supo templar los últimos nervios para ganarse la final del Europeo de Hungría y Croacia (19-18), seis años después.

La actual campeona de Europa y verdugo de la selección española en los Juegos Olímpicos y en los Europeos de 2008. Pero las de Jorge Dueñas salieron con la concentración puesta en la final. Montenegro no pudo anotar en los primeros cinco minutos, merced de mala puntería, faltas en ataque y una buena defensa, con Silvia Navarro en plena forma. Incluso en inferioridad, España se mostró muy ágil en los pases, muy veloz en los desmarques y muy acertada en el gol.

El primer tanto montenegrino llegó en el minuto ocho, buen ejemplo de cómo salieron las dos selecciones a la pista.

Las montenegrinas sufrieron desajustes en ataque, con pérdidas de balón, pero también en defensa, donde las españolas encontraron muy buenos pases para ponerse con cuatro goles de ventaja a mitad de la primera parte (2-7). Eli Chávez se movió como pez en el agua en el pivote, creó dudas en la defensa rival y logró que España mantuviera la concentración y la energía. Eli Pinedo logró incomodar desde el lateral. Lara González se mostró implacable en defensa. Silvia Navarro fue un seguro. Cada una aportó su granito de arena para que el marcador se mantuviera a favor de las españolas durante toda la primera mitad. Con picos de hasta siete goles de diferencia, que se quedaron en cinco al descanso gracias a una guardameta española que truncó los sueños de las montenegrinas.

Las defensas brillan

Al contrario que en la primera mitad, fue España la que perdió la primera opción de peligro, una que sí aprovechó montenegro para marcar el primer gol de la segunda parte. Jorge Dueñas temía el bajón que experimentó la selección en la segunda media hora ante Rumanía, por lo que aumentó los ánimos y Silvia Navarro, que paró un lanzamiento desde los siete metros, consiguieron mantener a España en la misma dinámica al alza, a pesar de que la puntería pareció algo mojada. Marta Mangué, con un doblete al comienzo de la reanudación, mantuvo la diferencia de cinco goles, que obligaba a las montenegrinas a redoblar esfuerzos. No obstante, la defensa siguió muy firme y Navarro aumentó su porcentaje de paradas. Incluso en las opciones de contragolpes, España tuvo paciencia para generar las jugadas desde la calma.

Pero el fantasma de Rumanía volvió a aparecer en ataque, y resurgió el monstruo montenegrino. España evidenció cierto bajón físico y se quedó clavada en el gol 16. Fueron hasta 14 minutos sin anotar, con quince pérdidas de balón, aunque la parte defensiva aguantaba el marcador a favor, fue también la muestra de que se iba a sufrir hasta el final. Fue Nerea Pena la que por fin desbloqueó a la selección a falta de ocho minutos para el final.

Los nervios aumentaron a falta de cinco minutos. El gol seguía sin llegar y Montenegro se puso a uno. Pero en los momentos más complicados: Navarro, con un recital de paradas que mantuvo las esperanzas de final hasta el último pitido. España, seis años después, se gana la final en un Europeo. Adiós al fantasma de Montenegro. Ahora, a por Noruega, que venció a Suecia en la otra semifinal por 29-25.