Eli Pinedo: «Todas aportamos un detalle que nos hace ser mejores»

Es la más coqueta, pero se le olvida en la pista, donde cambia sus retoques en el pelo y en el maquillaje por el sudor de un gol más, de un pase más preciso, de una finta más resolutiva para que España siga adelante en el Europeo de Hungría. Eli Pinedo (Álava, 1981) ya es veterana en estas lides, pero cada vez que acude al vestuario de la selección sale su mejor versión. «Nos pasa a todas. Desde que muchas tenemos que competir en el extranjero, volver a reunirnos significa compartir experiencias, comparaciones con la vida en España, reencuentros. Nos une más», confiesa para ABC poco antes de la cena. Que no es distinta a la que toman cada día.

«Pero la actitud, la ilusión, es lo que nos está sentando bien», dice, en este Campeonato de Europa en el que han superado la primera fase con pleno de victorias: Polonia (29-22), Rusia (25-24) y Hungría (27-26). «Todavía no hemos hecho nada. Sabíamos que el grupo era muy complicado y era cuestión de salir sin errores. Queda lo más importante y hemos cometido varios errores que podemos mejorar. Todo fluye, en nosotras, en el ambiente, y confiamos en seguir así. Está en nuestra mano».

El seleccionador, Jorge Dueñas, confía en la filosofía del pasito a pasito. Por eso Pinedo no piensa más allá de Noruega (hoy, 18.15 horas, TDP) para sacar de nuevo el espíritu de Londres 2012. «Todas hemos notado un gran paso. Que te reconozcan por la calle es un impulso, aunque como nos dice Jorge, no olvidamos de dónde venimos». España tampoco es Hungría. «Viven el balonmano con mucha intensidad. La organización es muy buena, y el pabellón está siempre lleno. Nunca había escuchado una pitada, en nuestra contra, como el jueves contra las húngaras. Después las que gritamos fuimos nosotras», ríe.

Les costó dormir, por la adrenalina, por el horario, por la intensidad del encuentro, por ese ambiente fantástico en el pabellón, aunque todos los ánimos fueran para las rivales. Ayer, en el día libre, la calma. «Entrenamiento, fisio. No somos de videoconsola, pero sí de mucha música. Un café, paseo por la ciudad, aire fresco». No quiere pensar en cómo se vive el Europeo desde España, pero promete una cosa: «Vamos a luchar por llevarnos otra sorpresa de reconocimiento a la vuelta».